Mis segundos cupcakes, que hice para el día de la madre. Con esta receta sigo reivindicando mi derecho a no decorar mis cupcakes con cremas basadas en azúcar y muuucha mantequilla. Los cupcakes llevan menos grasa que las magdalenas y que sus primos los muffins, en parte por eso se decoran con glaseados, ganache y demás. Pero yo, aunque no se vean tan espectaculares, opto por alternativas algo más ligeras como un espolvoreado de almendra picada, gotas de chocolate puro, azúcar glas o incluso un relleno de chocolate. Os vuelvo a redirigir aquí si no tenéis clara la diferencia entre cupcake, muffin y magdalena ;) Estas cantidades me han dado para 35 minis y 5 de tamaño normal.
Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.
100 ml (1 dl) de crema de orujo (si no tenéis posibilidad, usad Baileys)
125 g de azúcar moreno, mejor mascabado o panela -integral de caña-, azúcares húmedos y saludables.
125 g de mantequilla sin sal
125 g de
175 g de harina de repostería (de fuerza)
8 g de levadura
2 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla o vainilla en polvo
1 pizca de sal
La preparación:
1. Ponemos el horno a precalentar a 180º. Tiene que precalentar durante unos 15 minutos.
2. Batimos la mantequilla y el azúcar hasta que se mezclen del todo. Si la mantequilla está demasiado dura, le daremos unos segundos en el microondas, no para que se derrita, sino para que se ablande y podamos batirla.
3. Enseguida añadimos los huevos y seguimos batiendo. Añadimos también la vainilla.
4. En otro recipiente mezclamos la harina y la levadura y los incorporamos a la mezcla húmeda. Removemos hasta mezclar por completo.
5. Entonces incorporamos la crema de orujo.
No os alarméis, parece que quede súper líquido, pero id mezclando en círculos con suavidad y veréis que se incorpora sin problemas hasta convertirse en una masa de textura suave.
6. Rellenamos 2/3 de los moldes y horneamos durante unos 20 minutos. Si vamos a espolvorear con almendra, chocolate o lo que sea, se hace ahora, justo antes de hornear. Como siempre, pinchar con un palito es el truco para ver si están hechos. Si el palito sale limpio, están listos. Los dejamos enfriar 5 minutos.
* Relleno de chocolate: Tenemos dos opciones sencillas. Si queremos que quede un trocito de chocolate en el fondo, simplemente pondremos un poquitín de masa en el molde, después el trozo de chocolate y finalmente el resto de la masa. Si lo que queremos es impregnar el interior con chocolate, necesitamos una jeringuilla para introducir salsas y rellenos líquidos. Cuando los cupcakes se hayan enfriado, derretiremos chocolate blanco, puro o con leche al baño maría (o en el microondas con cuidado), cargaremos la jeringuilla, pincharemos en el centro del cupcake y rellenaremos.
Si preferimos cupcakes grandes, no hay más que usar moldes más grandes. Si no tenéis moldes metálicos ni de silicona, no es el fin del mundo. Utilizando 2-3 papeles de magdalena en lugar de uno, aguantará el peso de la masa mejor y podremos hacer cupcakes sin molde.
¡Buen provecho!
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Bergua*