Tenía masa de las galletas de jamón serrano y gorgonzola y unos rebollones que congelé cuando era temporada, así que elaboré estas minitortas y unos panes planos crujientes con un ligero sabor a setas.
PATÉ DE REBOLLONES (NÍSCALOS):
-500 g. de rebollones troceados
-2 dientes de ajo picados
-4 cucharadas de AOVE (aceite de oliva virgen extra)
Sofreímos los ajos y cuando tomen color, añadimos los rebollones, cocinándolos a fuego fuerte.
Cuando se haya evaporado toda su agua y se doren, apagamos el fuego y trituramos.
Podemos reservar un poco para comerlo con los panes.
MASA:
-1 taza de aceite (de oliva, de girasol,...)
-1 taza de leche
-1 sobre de levadura
-una pizca de sal
-harina, la que admita hasta que no se pegue
+ paté de rebollones (la mitad que de masa)
Elaboramos la masa de galletas y le agregamos el paté de rebollones. Amasamos hasta tenerlo todo integrado.
Hacemos bolas con la masa y las aplastamos, formando así las minitortas.
TOPPING:
-tomate frito
-queso Roquefort
-avellanas
Les ponemos a las minitortas un poco de tomate frito, unos trocitos de roquefort y avellanas.
ACABADO:
Metemos en el horno a 200ºC, unos 25 minutos o hasta que se dore la masa, que quedará crujiente.
Con la masa restante, hice estos panes planos (o rosquilletas) para acompañar a unos untables.
NUTRICIÓN: Rebollones, tomate frito, roquefort, avellanas.