El otro día me di cuenta que no tenía mi receta de lentejas en el blog. Es raro la semana que no las comamos en casa en invierno, así que bien merecen su lugar. Además como se pueden congelar, hago 6 raciones y tengo para dos semanas más.
Antes las hacía con lentejas de bote, pero ahora las hago con lenteja pardina seca. No necesita remojado previo y en 30 minutos quedan tiernas pero enteras, al contrario que las castellanas que son más delicadas y se deshacen con más facilidad si se pasan de tiempo o con el calor residual. Después de muchas pruebas, estas son mis lentejas definitivas.
6 raciones:
-500 g de lentejas pardinas secas
-4 longanizas frescas (las mías de llavoretes de Serra)
-4 choricitos pequeños frescos
(también de una carnicería de Serra, tienen un puntito picante, se llaman serranitos)
-2 cebollas grandes picadas en brunoise (cuadraditos)
-una cabeza de ajos pequeña con un corte alrededor sin llegar a partirla
(como en el arroz al horno)
-un brick pequeño de tomate frito (210 g.)
-media cucharadita de pimentón dulce de la Vera
-2 hojas de laurel rotas
-una pastilla de caldo doble carne de knorr
-6 cucharadas de AOVE
-sal
En una cazuela amplia a ser posible antiadherente sofreímos la cebolla, con el AOVE Y un pellizco de sal, junto a la cabeza de ajos, hasta que la cebolla esté bien blandita. Unos 20 minutos removiendo de vez en cuando.
Cuando esté la cebolla añadimos el embutido cortado en daditos y freímos 5 minutos.
Incorporamos el pimentón, el tomate frito y las lentejas.
Cubrimos de agua (unos dos litros) y añadimos el laurel y la pastilla de caldo.
Llevamos a ebullición, bajamos el fuego al mínimo y cocinamos 25 minutos semitapadas, removiendo de vez en cuando para ver que no les falte agua. Vamos probando hasta que que estén tiernas. En mi caso 30 minutos.
Probamos de sal y rectificamos si es necesario.
Dejamos reposar de un día para otro antes de congelar o comer.