CHOCOLATE Y AGUA?! SIII!! Una mousse espectacular, mágica, otro cambio en la ciencia culinaria. Apta para todos y súper rápida!!
Si alguien sabe italiano aquí lo tiene explicado.
Tiene que ver con la capacidad emulsionante del chocolate con relación a la nata (crema de leche), el emulsionante. La lecitina de soja que suele contener el chocolate también emulsiona, por lo tanto, el chocolate debería poder montarse... ¿no?
Fue una idea estudiada y desarrollada en 1995 por Hervé This, un químico francés. Os recomiendo fervientemente su libro Los secretos de los Pucheros para entender las reacciones químicas y físicas detrás de las más simples acciones culinarias, como el porqué soplamos la sopa para enfriar o porque siempre se baja un suflé y cuesta tanto hacerlo bien.
Ingredientes:
100 gr. de chocolate negro de calidad (El 70% es ideal)*
115 gr. de agua
*Por lo que he visto en la red creo que existe relación entre la cantidad de cacao y la cremosidad. Si el chocolate es 70% quedará más cremoso. Yo usé 55% y ha quedado más denso aunque buenísimo. Todas las que he visto son diferentes entre ellas, todas atractivas)
Preparación:
Fundir al baño maría los dos ingredientes.
Hacer un baño maría invertido (un bol con hielo y agua y encima, el bol de chocolate fundido) y empezar a montar con unas varillas eléctricas.
Veréis que a medida que se enfríe empieza a ganar textura y volumen. En unos 5 minutos tendrá textura dura y densa de mousse, no formará picos ni será esponjosa por lo que debéis ir con cuidado de no sobremontarlo o se cortará*. Ir parando las varillas y tocarlo con una cuchara, si está denso, stop!
Con una cuchara colocarlo en boles dándole forma, dejar reposar en la nevera.
Si os parece poco dulce siempre podéis añadirlo un par de cucharadas de azúcar y fundirlo junto al chocolate.
* Si se sobremonta y se corta: Puede pasar cuando seguimos batiendo. No hay problema, se devuelve la mousse al fuego, se vuelve a fundir y se empieza el proceso de 0.
Y lo mejor y que aún no he probado es que puedes sustituir parte del agua por jugo de alguna fruta, café, té, licor... y le das un giro de sabor!
Probarlo si es que todavía no habéis caído en la tentación, ¡¡para flipar!!