Mousse de Espresso con Galleta
Como os prometí por los stories de Instagram (@la.vidaabocados), aquí os dejo una súper receta la mar de resultona y facilísima.Como postre o como desayuno, esta mousse es muy ligera y fresquita y, al ser de café, nos ayudará a ponernos las pilas de la manera más deliciosa posible.
Además, al llevar clara de huevo, le añadimos un extra de esponjosidad y de proteínas, perfecto para cuidar de nuestros tejidos y preparar los músculos para un entrenamiento o para afrontar el día con energía.
Lo mejor de todo es que puedes dejar preparados unos cuantos para no perder ni un segundo por la mañana, ideal si andamos con prisas para ir al trabajo y no tenemos mucho tiempo de preparar un desayuno en condiciones.
Si quieres otras ideas de desayunos de este tipo, aquí te dejo la receta del Mousse de Calabaza y de Gachas frías de Avena y Chía.
Y ahora vamos con esta deliciosa receta que estás esperando, coge papel y boli y, ¡al lío!
Ingredientes: (3 unidades)
1/2 vaso de leche (la que uses normalmente)200 gr de yogur griego (utilizo el ligero del Lidl)
100 gr de claras (5 claras aprox.)
1 cucharada sopera colmada de café soluble
1 cucharadita de postre de stevia (o el edulcorante que uses)
1 cucharadita de postre de aroma de vainilla
2 hojas de gelatina
Topping: 1 o 2 galletas tipo digestive sin azúcar de Gullón
Procedimiento:
Primero, pon las hojas de gelatina a hidratar en agua fría y, mientras tanto, calienta el medio vaso de leche en el microondas.
Cuando tengas la leche caliente y hayan pasado unos 3 minutos desde que pusiste a hidratar la gelatina, escurre el agua y disuélvela en la leche caliente removiendo bien para que se deshaga por completo.
Mezcla el yogur griego con la leche, el café, la stevia y el aroma de vainilla.
En el vaso de la batidora, vierte las claras y móntalas al punto de nieve con ayuda de las varillas (no te llevará más de un par de minutos).
Con cuidado, vete agregando las claras montadas en la mezcla anterior y mueve, muy despacito, con movimientos envolventes (de abajo a arriba), para que no se bajen las claras montadas y nos quede la textura tan esponjosa típica de mousse.
Cuando tengas todo bien mezclado, vierte la mezcla en los recipientes donde vayas a servir y tápalos con papel film.
Deja reposar un mínimo de 4 horas, aunque sabes que siempre lo dejo toda la noche para asegurar que la textura sea la perfecta.
Antes de servir, machaca la galleta con el mortero para migarla y decora los vasitos con un poco de galleta molida que le aportará un toque crujiente y riquísimo.
¡Qué aproveche!