Mug Cake esponjoso de vainilla
¡Iniciamos la semana deliciosamente! Después de una semanita por mi tierra con la familia vuelvo unos días hasta mi próxima escapada. Como sabéis los veranos son bastante caos para mí porque no paro en casa y voy de un sitio a otro, ya que durante el curso y con oposiciones mi vida se resumen en trabajar y estudiar.
Pero en cuanto tengo un huequito me falta tiempo para ponerme creativa en la cocina y dejaros recetitas ricas.
¿Tú también eres de no parar en verano? Pues, tanto si no paras por casa, como si aprovechas para desconectar bajo la bendición del aire acondicionado, te dejo más ideas riquísimas para desayunos y meriendas para los que no tardarás más de 15 minutos, como con estas tostadas francesas a lo tarta de manzana que están de vicio o un tiramisú apto para veganos, pero si eres de los que no se resisten a unas buenas magdalenas para empezar el día, estas magdalenas proteicas en el microondas, seguro que te encantan.
Si ya llevas más tiempo por aquí, sabrás que los bizcochos forman parte de mi desayuno perfecto y, con estas temperaturas rehuyo bastante el horno. Los mug cakes son la forma perfecta de no renunciar a un bizcochito en un abrir y cerrar de ojos y, como ves en la foto, es súper esponjosito.
Es cierto que pillarle el truco a tu microondas te puede llevar un par de intentos, pero estoy segura de que darás con los tiempos perfectos para lograr un bizcocho tipo esponjita como este.
¿Te animas?
Ingredientes:
Para 1 ración (mi tazón era de 250ml., capacidad de vaso normal)
20 gr. de harina de avena
10 gr. de harina de cacahuete (cacahuete molido) o más harina de avena
15 gr. de eritritol
4 gr. de levadura química
1 huevo mediano
15 gr. de leche o bebida vegetal
1/2 cucharadita de pasta de vainilla o 1/2 vaina de vainilla
Opcional para decorar: proteína en polvo sabor chocolate o vainilla y fideos de chocolate
Procedimiento:
Lo bueno de estas recetas es que no necesitas nada más que una taza, una cuchara y una báscula, así que no se monta un gran follón en la cocina y es muy sencillita, seguro que disfrutas preparando unos buenos mug cakes con los peques.
Primero, mezcla en el tazón las harinas con el eritritol y la levadura.
Seguidamente, añade el huevo y vuelve a mezclar todo bien. Puedes ayudarte de un tenedor para deshacer todos los grumitos lo máximo posible.
Una vez tengas bien integrado el huevo con los ingredientes secos y no haya mucho grumito, añade la leche y la pasta de vainilla o la media vaina y vuelve a mezclar todo bien hasta tener la masa lisita y sin grumos.
Pon la taza en una esquina del microondas, ya que si la pones en el centro se va a cocinar de forma muy irregular y por eso suelen quedar mug cakes muy secos por unas zonas y crudos por otras.
Pon el microondas a media potencia (en mi caso, 350W) durante 3 minutos.
Pasado el tiempo, pincha con un palillo y, si sale limpio, estará hecho, si no, sigue poniendo en intervalos de 30 segundos a media potencia.
Si ves que de un lado ha crecido algo más que de otro, puedes ir girando el tazón entre intervalo e intervalo. En mi caso, solo he necesitado un intervalo extra de 30 segundos, por lo que en total, lo tuve 3 minutos y 30 segundos, pero cada microondas puede variar algo el tiempo, lo mejor es que vayas poquito a poco hasta que des con el tiempo perfecto y, para la próxima, ya sabrás cuánto tiempo tienes que dejarlo.
Decora tu mug cake espolvoreando un poquito de proteína en polvo y dándole un poco de alegría con unos fideos de chocolate. Puedes usar también frutos secos, chocolate negro derretido o algo de fruta para darle el toque de frescura.
Disfruta de esta receta tan sencilla y márcate unos desayunos y meriendas de lujo en un periquete.