Ya llevo tiempo sin preparar nada de pastelería salada, así que hoy os propongo unos sencillos vasitos de mousse de queso de cabra con mermelada de tomate y un crujiente sablée de orégano y amapola.
Seguramente habréis notado que últimamente tardo mucho más en publicar nuevas recetas y la verdad es que no es por falta de ganas sino más bien por falta de tiempo libre, el tipo de pastelería que me gusta hacer necesita de mucho tiempo libre para poder hacer mis pruebas y experimentos, ya que no todo sale bien a la primera y hay que ir corrigiendo cosas para que queden bien tanto la combinación de sabores como la presentación.
Y lo cierto es que últimamente ando algo escaso de tiempo libre por motivos de trabajo, pero espero poder coger pronto vacaciones para poder ponerme al día y probar todas las cosas que tengo pendientes.
Mousse de Queso de Cabra y Mermelada de Tomate
Ingredientes (para 6 vasos)
Para la mousse de queso de cabra
200 gr de queso de cabra (sin corteza), 120 gr de queso cremoso (tipo philadelphia), 80 gr de leche, 8 gr de gelatina, 32 gr de nata (crema de leche), 160 gr de nata (crema de leche) semimontada.
Para la mermelada de tomate
150 gr de tomates (pelados y sin pepitas), 90 gr de azúcar, 15 gr de zumo de limón, 4 c/p extracto de vainilla.
Abreviaturas: c/p = cucharada de postre
Para la masa de orégano y amapola
125 gr de harina, 63 gr de mantequilla, 3 gr de sal, 7 gr de azúcar, 16 gr de huevo, 16 gr de leche, 0,5 gr de orégano seco, 2 gr de semillas de amapola.
Elaboración
Para la mousse de queso de cabra
Empezaremos preparando la mousse, en un robot de cocina ponemos el queso de cabra (sin la corteza) junto con la leche y el queso cremoso, trituramos todo hasta obtener una textura cremosa. En otro bol calentamos los 32 gr de nata (crema de leche) y disolvemos en ella la gelatina (previamente hidratada y bien escurrida). Mezclamos con el queso. Semimontamos los 160 gr de nata (crema de leche) y la incorporamos a la mezcla anterior poco a poco con ayuda de una lengua, la incorporaremos en dos o tres veces con movimientos envolventes.
Metemos la mousse en una manga y rellenamos los vasos hasta la mitad y reservamos en la nevera hasta que cuajen (unas 2 horas aproximadamente).
Para el sablée de orégano y amapola
Mientras preparamos la masa, en un bol amplio mezclamos la harina, el azúcar y la sal con la mantequilla en pomada, a mano hasta que adquiera un aspecto arenoso y añadimos las semillas de amapola y el orégano. A continuación añadimos el huevo y la leche y mezclamos bien hasta que podamos formar una bola de masa, no amasaremos esta bola para evitar que adquiera flexibilidad. Tapamos con papel film y dejamos reposar en la nevera durante 2 horas.
Cuando haya reposado la masa la estiramos y cortamos tiras largas, ahora hacemos rodar estas tiras hacia delante y hacia atrás hasta conseguir formar una especie de churros alargados, ahora los colocamos encima de un tapete de silicona de modo que formen una especie de ondas.
Horneamos a 165 ºC durante 10-12 minutos aproximadamente. Dejamos enfriar.
Para la mermelada de tomate y el montaje
Primero preparamos la mermelada de tomate, cogemos los 150 gr de tomates (pelados y sin pepitas) y los troceamos a dados, los ponemos en una olla junto con el azúcar, el zumo de limón y el extracto de vainilla. Ponemos la olla al fuego y vamos removiendo de vez en cuando, cuando empiece a hervir bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocer 10 minutos, retiramos del fuego y dejamos enfriar completamente.
Una vez esté completamente fría, la metemos en una manga y terminamos de rellenar los vasos, no hace falta llegar hasta arriba, simplemente hay que poner una pequeña capa encima de la mousse.
Finalmente decoramos con el sable de orégano y amapola, opcionalmente podemos decorar con alguna flor comestible, yo utilice unas flores de romero.