Hacer naranjas confitadas en casa es mucho más fácil de lo que te imaginas, la parte más complicada, sí es que así se puede llamar, es cortar las naranjas en rodajas. Hay que procurar que queden de igual grosor de principio a fin,
Son perfectas para cortar en pequeños trozos y añadir a masas de bollería, para decorar pasteles, para el roscón de Reyes, para el panettone... son un vicio.
Espero que os guste!!!
Ingredientes:
3 naranjas
400 gr. azúcar
300 gr. agua
1 cdta. de bicarbonato
Preparación:
Limpiamos muy bien las naranjas y las cortamos con ayuda de un cuchillo afilado en rodajas de unos 5 mm. de grosor. Es importante no cortarlas muy finas o se romperán a la hora de confitarlas. Si se tiene una mandolina resultará mucho más fácil y todas las rodajas quedarán iguales de gruesas.
Ponemos las rodajas de naranja en una cazuela cubiertas con agua y con la cucharadita de bicarbonato.
Llevamos a ebullición y dejamos que hiervan un minuto. Retiramos del fuego y las enjuagamos debajo del grifo en agua fría.
Las probamos y si vemos que amargan todavía un poco repetimos la operación: volvemos a cubrir con agua limpia y añadimos una cucharadita de bicarbonato y llevamos de nuevo a ebullición.
Yo lo he hecho solo una vez, pero a veces dependiendo de la variedad de naranja será preciso repetir el proceso dos.
Una vez enjuagadas y sin amargar, cubrimos las naranjas con los 300 gr. de agua, añadimos el azúcar y hervimos a fuego suave aproximadamente durante una hora.
Durante este tiempo movemos la cazuela por las asas, sin tocar las naranjas para que no se rompa. Transcurrida la hora de cocción apagamos el fuego y dejamos reposar hasta el día siguiente.
Sacamos a una rejilla para que se sequen y para que nos sea más fácil a la hora de utilizar colocamos un cuadradito de papel vegetal entre rodaja y rodaja y las guardamos en un recipiente hermético en el frigorífico o congelamos. También se pueden guardar en su propio almíbar en tarros de cristal y conservar en el frigorífico.
Que ricas!!!
FUENTE: "cupcakes a gogó"