Con esta receta participo en el reto de Color y Sabor de Temporada del mes de Enero de 2020, este mes Pilar Monje administradora del blog Postres Originales nos ha propuesto preparar una receta con escarola o plátano, yo me he decantado por la escarola.
El sabor amargo de este vegetal ofrece un agradable contrapunto en ensaladas y su consumo habitual proporciona grandes beneficios para nuestra salud. El contenido predominante es agua, con abundancia de potasio y baja presencia de sodio, también proporciona vitamina A y fibra.
Se utiliza básicamente para ensaladas en las combina muy bien con ajos, cebolla, tomate, apio, granada, cítricos o frutos secos.
Ingredientes:
400 gr de escarola12 patatas pequeñas
2 ramas de apio
2 cebolletas
150 gr de lacón cocido en lonchas gruesas
100 gr de queso gruyer
sal gorda
Ingredientes para la salsa:
100 mililitros de nata (crema de leche) líquida1 cucharadita de mostaza
unas ramitas de eneldo
8 tallos de cebollino
Preparación:
Ponemos las patatas en una cazuela, las cubrimos de agua fría, le añadimos una cucharada de sal gorda y las llevamos a ebullición. Las coceremos durante 15 minutos a fuego bajo, las sacamos y escurrimos. A continuación las pelamos y las partimos en dados pequeños (1/2 centímetros de lado).Mientras tanto lavamos el apio, lo troceamos y lo cocemos en agua salada hirviendo durante 8 minutos. Lo sacamos, escurrimos y reservamos.
Cortamos el lacón y el queso en dados del mismo tamaño que las patatas. Picamos el eneldo y el cebollino. Montamos la nata (crema de leche) bien firme añadiendo al final las hierbas picadas y la mostaza. Las cebolletas las lavamos, secamos y cortamos en rodajas.
Ponemos en una ensaladera las patatas, el apio, las cebolletas, el lacón y el queso. Añadimos la mitad de la nata montada (crema de leche) con las hierbas y la mostaza y con cuidado lo mezclamos todo.
Lavamos las hojas de escarola, las secamos y formamos nidos. Colocamos uno en cada plato y los rellenamos con el preparado anterior. Servimos el resto de salsa aparte en una salsera.
Fuente: este post proviene de La cocina de Catina, donde puedes consultar el contenido original.
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