Fáciles, super crujientes y fáciles de congelar. Estos nuggets crocantes de pollo tierno son infinitamente mejores y más saludables que los comprados en tiendas.
Comida irresistible para niños y adultos, en mi casa nos encantan a todos.
De pocos ingredientes , se hacen muy facilmente y como salen una buena cantidad de ellos, aprovecho para congelarlos en crudo una vez rebozados, colocados sobre una bandeja y luego los guardo en bolsitas en el congelador para tenerlos siempre a mano. Son muy socorridos y en un pis pas los freímos sin descongelar y tenemos una cena o picoteo estupendo sabiendo lo que comemos.
Acompañados de una buena ensalada y salsa ketchup o mostaza con miel o salsa barbacoa, son una tentación en la que nos sera difícil comer solo unos pocos.
Ideales para hacer y llevar en un táper al campo, playa, trabajo etc, se conservan perfectamente durante varias horas.
Ingredientes para unos 40 nuggets:
2 pechugas de pollo limpias de piel ( unos 400 gramos)
125 gramos de pan rallado
200 ml de leche
1 huevo (tamaño L)
Sal-pimienta
Para el rebozado:
2 huevos
Pan rallado
Cortamos las pechugas en trozos y los picamos en una trituradora de alimentos. Reservamos en un bol y añadimos el resto de los ingredientes: el pan rallado, la leche, el huevo, sal y pimienta a nuestro gusto. Lo mezclamos todo muy bien con una cuchara y dejamos reposar unos 10 minutos para que se compacte bien la masa.
Con la ayuda de una cucharadita tomamos porciones de masa y las pasamos por pan rallado, huevo batido y otra vez pan rallado.
Los aplastamos un poco con la mano y les damos forma como la de los nuggets comerciales.
Los podemos hacer más ó menos grandes según nuestro gusto. Yo prefiero hacerlos más bien pequeños para que los podamos comer en 1-2 bocado.
Los freimos en abundante aceite caliente durante unos 2-3 minutos por cada lado. Los ponemos en un plato con un papel absorbente de cocina para quitar el exceso de aceite.
¡Fríos o calientes esta deliciosos!
Bon appétit Mama