Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana? Bueno, tendría que decir semana y media.
Aunque esta receta la preparé hace ya unos días no tuve tiempo para preparar la entrada par el lunes, pero bueno nunca es tarde y así la tenéis más fresca para preparar estos panes para el fin de semana.
Este pan aunque de aspecto se parezca no se parecen a las tortas de aceite que conocemos todos, al llevar levadura quedan más gorditas Supongo que si las aplastáis mucho sí que se parecerán más.
Me acuerdo que de pequeñas mi abuela nos solía comprar las tortas de aceite a menudo, pero no tengo mucho recuerdo de tomarlas, no sé si porque por aquel entonces no me llamaban mucho la atención o porque mi hermana se las comía antes. Ahora me las compró de vez en cuando y más sabiendo que las de Inés Rosales son veganas. Sólo queda seguir investigando para encontrar una receta más parecida.
La que os traigo hoy la hacía en la escuela cuando estudiaba el grado de pastelería, ya os dije que había entrado en una fase panarra y no mentía. Aunque el día que hice este pan no sé en que estaba pensando porque se me olvidó echar el aceite y lo tuve que añadir más tarde.
Con las cantidades que os doy os salen tres tortas grandes.
Ingredientes
125 g de harina de fuerza
60 g de agua
25 g de masa madre
20 g de aceite
4 g de levadura fresca
una pizca de azúcar
una pizca de sal
En un bol mezclamos todos los ingredientes menos la levadura y el aceite.
Añadimos la levadura desmenuzada y amasamos hasta tener una masa lisa que no se nos pegue en las manos.
Comprobamos que se ha formado el gluten. Cogemos una porción de la masa y hacemos una bolita. La estiramos ligeramente para comprobar que se ha formado la telilla del gluten. En este video os explico cómo se hace.
Añadimos le aceite y amasamos hasta que se haya integrado en la masa.
Dejamos reposar en un bol ligeramente engrasado hasta que haya doblado de volumen.
Dividimos la masa en porciones iguales y estiramos dando forma redondeada.
Hacemos puntos con un dudo o el mango redondo de una cuchara de palo y pintamos con aceite.
Dejamos reposar sobre una bandeja de horno con papel vegetal una hora aproximadamente, hasta que hayan crecido un poco.
Precalentamos el horno a máxima potencia.
Espolvoreamos el pan con azúcar.
Horneamos 15 minutos a 220º. Tened cuidado para que no se queme el azúcar.
Feliz semana :)