Este pan lo vi en Panarras.com, os dejo el artículo donde explican perfectamente toda la técnica del Tang Zhong. Me ha encantado, lo haré muchas veces, se mantiene mucho más tiempo tierno, riquisimo!!
INGREDIENTES:
Para el Tang Zhong:
300 gr de agua
60 gr de harina de fuerza
Para la masa final:
540 gr. de harina fuerza
108 gr. de agua
5 gr. de levadura seca o 12 gr. de levadura fresca
10 gr. de sal
60 gr. de leche en polvo
24 gr. de azúcar
48 gr. de mantequilla
ELABORACIÓN:
Elaboración del Tang Zhong:
Ponemos en un cazo la harina y aproximadamente la mitad del agua y removemos con una varilla hasta que la harina se haya disuelto completamente. Agregamos el resto del agua y volvemos a mezclar. Llevamos el cazo a fuego muy lento y, sin parar de remover, dejamos que se cocine hasta que tenga la consistencia de unas natillas espesitas. Retiramos del fuego y tapamos con papel filme hasta esté completamente frío.
Elaboración de la masa:
En un recipiente amplio añadimos todos los ingredientes incluido el Tang Zhong, excepto la sal, la levadura y la mantequilla.
Amasamos hasta que todos los ingredientes se hayan integrado por completo. Dejamos reposar la masa aproximadamente 20 minutos para la autolisis. Transcurrido este tiempo añadimos la sal y la levadura, procurando que no se mezclen entre sí y volvemos a amasar.
Ponemos la masa en la mesa de trabajo, untada con un poco de aceite, y amasamos hasta obtener una masa homogénea, elástica y suave. Entonces añadimos la mantequilla y amasamos de nuevo hasta conseguir una masa que no se quede pegada a las manos ni a la mesa. Untamos un recipiente con aceite y dejamos reposar la masa en él (tapado con papel film) durante aproximadamente 2 – 3 horas.
El pan debe levar bastante, más del doble; comprobaremos el punto hundiendo en un lateral un dedo enharinado: si el hoyo se recupera enseguida, aún le falta por fermentar. Cuanto más fermentado está el pan más le cuesta al hoyito recuperarse. Si el hoyito no se recupera nada y se queda más hundido nos hemos pasado de fermentación. Hay que estar atentos.
Podemos desgasificar la masa cuando haya transcurrido la mitad del tiempo dándole unos golpes ligeros y amasando brevemente (10 - 15 segundos).
Engrasamos el molde que vayamos a utilizar y formamos un rollo bastante apretadito con la masa (del mismo largo del molde) o bien formamos dos o tres bolas, la metemos en el molde. Tapamos con nuestro paño limpio y dejamos levar durante aproximadamente una hora y media (hasta que al presionar la masa suavemente con el dedo se quede la marca).
Cuando el pan ya haya levado lo suficiente, precalentamos el horno a 210º centígrados y metemos el pan en el centro del mismo. Añadimos a la cocción algo de humedad pulverizando agua durante unos segundos (o poniendo un recipiente con agua en el suelo del horno) y bajamos la temperatura a 190º centígrados. Transcurridos 20 minutos bajamos la temperatura de nuevo, ahora a 180º centígrados y horneamos unos 25 minutos más (o hasta que esté dorado y se despegue ligeramente de las paredes del molde). Es posible que la superficie del pan se tueste demasiado antes de que termine de cocinarse, en ese caso taparemos con papel de aluminio hasta que esté listo.
Retiramos del horno y desmoldamos con cuidado de no quemarnos. Dejamos reposar el pan sobre una rejilla hasta que esté completamente frío.
NOTA: yo he hecho la masa en la panificadora.
FUENTE: Panarras.com