Si me preguntasen cuales son mis olores preferidos, diría que me encanta el olor a tierra mojada a causa de la lluvia, diría que me fascina y me relaja el olor a libro nuevo, y hasta podría decir que me encanta el olor a gasolina... No hace mucho que se ha colado otro olor entre mis preferidos: el olor a pan hecho en casa.
Y da igual que el pan lo haya hecho en la panificadora o en el horno porque el aroma es igual de embriagador, igual de reconfortante. Un olor de esos que no estorba en casa, que no te dan ganas de disimular con algún ambientador y que no te invita a abrir las ventanas para ventilar.
Con este pan dulce de frutas podéis experimentar de lo que os hablo... Con ésta receta, o con cualquier otro pan, ¡probad!
He vuelto a repetir la receta del pan del miel y canela... ¿Por qué? Porque lo bueno hay que repetirlo. ¡Muchas veces! Y, en esta ocasión, le he añadido frutas confitadas a la masa, he prescindido de la canela para ponerle un poquito de agua de azahar, le he espolvoreado de azúcar glasé ... Pequeños cambios que aportan diferentes toques y, en este caso le dan un aire más navideño, pero quedándonos con la base que ya sabemos que es buena.
- 250 gr. de harina de fuerza
- 250 gr. de harina de todo uso
- 150 ml. de leche
- 100 ml. de agua
- 40 ml. de zumo de naranja natural
- 100 gr. de mantequilla
- 80 gr. de miel
- 1 cucharada sopera de agua de azahar
- 10 gr. de sal
- 3 gr de levadura seca de panadería (no la confundáis con la levadura royal, que en realidad es impulsor químico, y se utiliza para bizcochos)- 100 gr. de frutas confitadas (para dentro de la masa) y más frutas para decorar (todas las que queráis ponerle)
- Azúcar glasé para espolvorear
En la panificadora:
Como en todas las recetas donde utilizamos la panificadora, en primer lugar pondremos los ingredientes líquidos y después los sólidos. Y, antes de empezar a añadir los ingredientes, recordad que hay que las palas deben estar puestas dentro de la cubeta.
Incorporaremos el agua, la leche, el zumo, la miel, el agua de azahar y la mantequilla, previamente derretida durante unos segundos en el microondas.
Después, pondremos la sal, los dos tipos de harina y la levadura seca.
Activaremos el programa de pan de molde de nuestra panificadora ( dependiendo del modelo, será un número diferente de programa, así que es conveniente que busquéis cuál es en la vuestra). La panificadora empezará a amasar y cuando emita los pitidos que nos avisan de que podemos añadir otros ingredientes, incorporaremos las frutas confitadas troceadas.
Dejaremos que la panificadora siga su proceso hasta que haya terminado de hornear.
Una vez hemos desmoldado el pan, lo dejaremos enfriar en una rejilla antes de cortarlo (si es que sois capaces de esperar, en casa más de un pan nos lo hemos comido recién hecho).
Antes de servir el pan, acordaros de ponerle azúcar glasé y frutas confitadas, por encima, para decorar.
En el horno:
En este caso da un poco igual el orden de los ingredientes. En un bol, pondremos todos los ingredientes y lo amasaremos durante 10 minutos aproximadamente, hasta conseguir una masa uniforme, algo pegajosa.
Verteremos la masa sobre otro bol, previamente enharinado, la cubriremos con un paño limpio, y dejaremos que leve hasta doblar su volumen.
La desgasificaremos y, con las manos engrasadas, la llevaremos hasta el molde donde queramos hornearlo. Una ventaja que tiene el horno, entre otras, es que podéis hacer el pan de la forma que más os guste.
Dentro del molde dejaremos que vuelva a levar, incluso algo más del doble.
Después hornearemos en el horno unos 50 minutos a 180 ºC.
Antes de desmoldarlo, dejaremos que se temple sobre una rejilla. Y, una vez desmoldado, lo pondremos de nuevo en la rejilla hasta que se enfríe completamente.
Recordad espolvorear azúcar glasé y decorar con frutas confitadas.
Os dejo otras recetas de panes dulces:
- Pan dulce de almendras especiado
- Panecillos de San Antón (no son panecillos de miga blanda)
Gracias por suscribirte, Un beso. Chus