- 50 ml de aceite de oliva
- 50 ml de agua
- 50 ml de leche
- 50 gr de azúcar
- 1 huevo grande + otro huevo para pintar
- 15 gr de levadura fresca de panadero
- sal
- 250 gr de harina (o más)
- 2 tabletas de chocolate de 125 gr cada una
- 2 cucharadas soperas de agua de azahar (opcional pero recomendable)
Mezclamos el aceite, el agua, la leche y el azúcar. Incorporamos el agua de azahar (podemos sustituirla por ralladura de naranja), el huevo batido, la levadura desmigada y una pizca de sal.
Cuando lo tengamos todo bien mezclado, le vamos añadiendo poco a poco la harina. Amasamos con las manos, puede que sea necesario añadir algo más de harina, la masa no debe pegarse a las manos pero tampoco debe quedar seca, sino elástica. Formamos dos bolas de igual tamaño y dejamos fermentar por lo menos una hora a temperatura ambiente.
Cuando la masa haya duplicado de volumen alisamos las dos bolas por separado con un rodillo hasta 1/2 cm de grosor cada una y procurando que queden de igual tamaño. Ponemos una en una bandeja de horno recubierta con papel vegetal, colocamos encima las tabletas de chocolate y lo cubrimos con el resto de la masa, cerrando bien todos los bordes (como una empanada).
Lo tapamos con un paño y volvemos a dejar fermentar otra hora como mínimo.
Ponemos el horno a calentar y mientras tanto pintamos la superficie con un huevo batido.
Lo metemos en horno a 180º durante 15 minutos.