Creía haber olvidado la ilusión, que no volvería a sentir ese arrebato pueril de alegría y entusiasmo al mismo tiempo. Pero estaba equivocado. La vida me sorprendió.
Ese chico asustadizo, sin autoestima y retraído, resulta que ha encontrado algo que lo hace inmensamente feliz y que le permite volver a soñar, de nuevo. Y lo ha encontrado a través de la comida y en concreto, cuando se deja las manos y la espalda en la masa y se arrastra doblado pero con una inmensa sonrisa cuando ha acabado. Ahora me acerco a pasos agigantados a lo desconocido, me dejo llevar por mis sentimientos más enloquecidos y solo pienso en mí y en lo que de verdad quiero, en cómo quiero que sea mi vida. He pasado el último año en casa, encerrado, sin poder salir por culpa de un problema de salud y he tenido mucho tiempo para pensar…
En septiembre había llegado a la conclusión de que la universidad iba a ser el puente que me llevaría a estudiar repostería. Pensaba que me sacaría la carrera y, una vez tuviera trabajo, ahorraría hasta reunir la cantidad suficiente para estudiar en una escuela de prestigio… Ahora he dado la vuelta a las reglas del juego. No ha sido un arrebato, como os he dicho he tenido mucho tiempo para pensar y a raíz de que hace tres semanas empeorara de salud, todo ha cambiado. He pasado las noches en vela, leyendo e intentando organizar mis ideas y mis prioridades y la gota que colmó el vaso fueron unas simples magdalenas.
Hace una semana, me levanté del sofá, harto de no poder moverme a penas por el dolor y me dispuse a hornear unas magdalenas. De pronto, al hallarme allí divisando la mesa desde mis gafas manchadas, me descubrí transportado a otro mundo, lleno de harinas y hornos, fuegos y todo tipo de los aparatos propios de una cocina. Y entonces lo supe, supe, y ahora estoy más seguro que nunca, que quiero dedicarme a la gastronomía. Atrás ha quedado anteponer a todo la salida profesional o las aspiraciones económicas, eso ha quedado en segundo plano suplido por la pasión y la ilusión.
Hoy, aquí, este rincón que me permite conocer a gente estupenda, que me apoya y valora lo que hago, que me saca una sonrisa en mis horas más bajas, quiero acabar de formalizar este proyecto de vida que estoy esbozando en estos momentos. El año que viene comenzaré a estudiar cocina y lucharé hasta que no me queden fuerzas para conseguirlo. El por qué de no estudiar primero repostería es francamente económico. Los precios de las escuelas de repostería son más elevados que los de las de cocina y ahora no me lo puedo permitir, pero no me desagrada en absoluto la idea, siempre me ha gustado comer, olfatear la comida, distinguir texturas y descubrir combinaciones. Y me encanta el vino. Estudiaré cocina y buscaré un trabajo para unos años más tarde estudiar repostería, cuando ya tenga experiencia en el mundo de la hostelería.
No, no voy a esperar a acabar mis estudios universitarios… no quiero perder el tiempo con algo que no me hace feliz, siempre he considerado la vocación una de las premisas para ejercer una vocación. Mientras tanto, no dejaré este blog por nada del mundo, creceré como he crecido en apenas estos dos meses y aprenderé tanto de vosotros como espero que vosotros conmigo.
Y después de esta parrafada que necesitaba escribir aquí para compartirlo con el mayor número de lectores posible y acercar mis pensamientos un poquito a vosotros, para que entendáis lo importante que es esto para mí, doy paso a la receta. Gracias por estar ahí y tener paciencia con este humilde blogger.
Tiempo de preparación: 1 hora y media aprox.
¡Un aperitivo!
Hoy os traigo una receta muy sana y rica de mi primera masa con harina de fuerza. La verdad es qu e esta semana ha sido harina-enriquecedora. Hace una semana utilicé por primera vez harina de espelta integral, con la cual preparé la receta anterior y hoy esta harina para hacer este "loaf". Os lo he traducido como pan porque no he encontrado la traducción exacta, pero en realidad la textura viene a ser algo entre la de un bizcocho y un pan. El resultado es una masa muy aromática y tierna. En boca, el sabor ácido de las aceitunas conjuga perfectamente con el romero y se suaviza con el aceite de oliva. Lo podéis tomar solo o acompañado, como más os guste; es muy versátil, tanto para tomar por la mañana con un café como para cenar, con un poquito de embutido, atún o lo que más rabia os dé.
INGREDIENTES
600 gramos de harina de fuerza
1 cucharada (15 gr.) de levadura química
1 cucharada de romero (15 gr.) muy picado (preferiblemente fresco)
1/4 de cucharadita (175 gr.) de ajo seco picado
1/2 cucharada (7,5 gr,) de pimienta negra
1 cucharada y media (225 gr.) de sal
2 huevos L
1/2 cucharada (7,5 ml) de miel (preferiblemente de miel de romero)
250 ml de leche
125 ml de aceite de oliva virgen extra
200 gramos de aceitunas negras, picadas y escurridas
2 cucharadas (30 gr.) de tapenade de aceitunas (yo no le puse, pero os dejo esta receta)
Sal, romero y sésamo para espolvorear por encima.
Dale un "pequeño" mordisco
PREPARACIÓN:
1. Ponemos los ingredientes sólidos en un bol y los mezclamos.
2. Agregamos las aceitunas, picadas y escurridas.
3. A parte, mezclamos la leche, los huevos, el aceite de oliva y la miel.
4. Añadimos la mezcla de líquidos a la de sólidos y batimos. Si tenéis amasadora o batidora de varillas, os recomiendo hacerlo con el accesorio gancho, pues es muy limpio y no forzaréis la máquina. Si no tenéis, podéis mezclarla perfectamente con una espátula e incluso con una cuchara.
5. La masa resultante es espesa y elástica, además de bastante pegajosa. Se queda pegada en los dedos, es normal, no le añadáis más harina.
6. Precalentad el horno a 160º calor arriba y abajo. Yo lo horneé en un molde de silicona y sobre una rejilla, pero os recomiendo un molde metálico. Podéis colocarlo a media altura o un poco más abajo.
7. Engrasad el molde con aceite de oliva.
8. Verted la masa en el molde y espolvoread con romero y sal.
9. Hornead 1 hora y cuarto o hasta que al pinchar la masa con un palillo, este salga completamente limpio.
10. Dejad el pan enfriar sobre una rejilla, primero 20 minutos en el molde y después fuera de este. Tarda bastante.
Espero que os haya gustado.
No dejes ni las migas...
Pero antes de dejaros comentar...
He conocido a Alma Obregón. Me hizo muchísima ilusión porque siempre consulto sus libros y el suyo fue el segundo blog de recetas que visité, después del de María de Cosicas dulces. Y me firmó los tres libros!!
Cada vez somos más bloggers y a veces es difícil acordarte de todos los blogs que te han gustado y quieres volver a visitar. Por suerte, he encontrado una web que nos pone muy fácil enterarnos de las recetas de nuestros compañeros al momento e incluso guardar las recetas que más nos hayan gustado. Es BLOGLOVIN. Si me quieréis seguir, el enlace es este: Follow my blog with BloglovinPor supuesto, también tenéis el enlace al final de cada entrada, como el resto de redes sociales en las que estoy.
Un beso y ¡hasta pronto!
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