No solo es una receta sencilla ya que no necesitas mucho mas que un molde y un horno, sino que el resultado es increíble a todos los niveles. Desde que tomo este pan mi estómago y mis digestiones (no me quiero poner escatológica) son mucho mejores y el sabor es muy muy bueno.
¿Qué ingredientes son necesarios para hacer este pan integral casero?
500 g de harina integral, yo a veces mezclo 250 g de harina integral y 250 g de harina de espelta.
1 cda de sal.
7 g de levadura seca de panadería que compro en Mercadona.
450 ml de agua templada.
¡Manos a la masa!
Lo primero que haremos será mezclar los ingredientes secos en un bol para que se integren bien.
Después añadimos el agua templada poco a poco y vamos removiendo hasta que nos quede una masa homogénea. Yo me ayudo de una batidora de varillas que tengo. Resulta que las batidoras de varillas suelen venir con dos tipos de varillas: las de montar nata (crema de leche) o claras y las de amasar (que son como unas espirales). Pues las de amasar os vienen estupendamente para esta receta.
Tapamos el bol con un paño de cocina humedecido con agua y lo dejamos reposar 2 horas.
Después de este tiempo, veremos que la masa ha crecido muchísimo y volcaremos esa masa en un molde (yo uso uno rectangular pero podéis probar otros) al que le pondremos primero un papel vegetal.
Una vez tengamos nuestra masa en el molde espolvoreamos por encima un poco de harina y hacemos unos cortes a la masa, así tendrá ese efecto chulo de pan casero (realmente este paso no vale para mucho más jeje).
Ahora es el momento de hornear: precalentamos el horno a 220ºC y horneamos durante 25 minutos. Una vez haya transcurrido ese tiempo, bajamos la temperatura a 170ºC y lo dejamos 20 minutos más.
Sacamos el pan y lo dejamos enfriar en una rejilla.
Podemos comer el pan una vez se haya enfriado, o lo que yo hago es cortarlo en rebanadas, meterlas en una bolsa y congelarlas. Así siempre que quiero pan, solo tengo que descongelar la rebanada (bien en el micro con la función de descongelar o al aire libre) y la testo un poquito con la tostadora.
Incluso congelado el pan queda increíble, crujiente en la corteza y tierno en la miga.
Espero que os guste mucho esta receta y ya veréis como una vez hecha, no querréis otro pan que no sea el vuestro.