Al lio, me moría de ganas de preparar este pan, para empezar porque hacía siglos que no hacía ninguno, pero además porque vi la receta hace unos días en el canal de Caro Trippar y me dejó sin habla. No veía la hora de que llegara el horno nuevo para meterme en harina.
La receta es sencilla, sobre todo si nos ayudamos de algún aparato para el amasado. El video en el que Caro se basó rellenan el pan, pero yo no me decidía con que hacerlo me parecía que todo le iba ir bien, jamón, queso o incluso nocilla, así que al final decidí no rellenarlo y así podríamos comer cada pedazo con lo que mas nos apeteciese.
Ingredientes;
300 gr de harina de fuerza (necesité como una cucharada mas)
3 gr de levadura seca de panadero
80 ml de leche tibia
100 ml de nata (crema de leche) líquida
5 gr de sal
30 gr de azúcar
1 huevo
Ponemos la levadura en la leche, removemos y dejamos reposar por lo menos 15 min.
En un bol ponemos la harina, añadimos la sal y el azúcar y mezclamos.
Hacemos un agujero en el centro de la harina y ponemos la nata (crema de leche) liquida, el huevo y la mezcla de leche y levadura. Amasamos hasta obtener una masa lisa. Formamos una bola y dejamos levar hasta que doble su volumen.
Usé la amasadora y la masa parecía estar siempre muy pegajosa, pero cuando la vi mas lisa la paré, me moje las manos con aceite de girasol y le di forma de bola. Después del levado sin embargo se manejaba muy bien y no se pegaba nada. Con esto quiero deciros que no caigáis en la tentación de ponerle harina sin parar, puede necesitar un poco mas porque depende del tamaño del huevo, de las distintas harinas, pero en ningún caso va necesitar muchísima mas. Yo le añadí una sola cucharada.
Una vez levada la masa la ponemos sobre la mesa de trabajo, con las manos la extendemos un poco y la aplastamos ligeramente. Cortamos 5 pedazos iguales.
Con cada pedazo que hemos cortado formamos una bola y los dejamos reposar entre 15 y 30 min.
Pasado el tiempo de reposo estiramos cada pedazo de manera mas o menos rectangular y con la ayuda de un cuchillo vamos cortando la masa hasta la mitad (como veis en la foto), luego comenzáis a enrollarlos sobre si mismos empezando por el lado que no está cortado y los vamos colocando en un molde engrasado de unos 20 cm (el mío era de 18 cm).
Una vez que tengamos todo el pan formado lo dejamos levar de nuevo hasta que doble su volumen. A mi este paso me llevó bastante tiempo porque hoy estaba muy fresco, pero en un día caluroso en una hora puede estar listo perfectamente.
Finalmente pincelamos con leche y llevamos al horno precalentado 170º durante 20 min.
Al sacarlo del horno lo desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
El resultado salta a la vida, un pan muy vistoso que debe su nombre a su bonita forma como si fueran varios ovillos de lana. El sabor es dulce, pero no en exceso y cuando pruebas un pedazo te viene a la cabeza mil cosas que ponerle, pero sigues comiendo porque solo está riquísimo también.