Ingredientes:- 500 ml de nata (crema de leche), 35% de materia grasa
- 1 vaina de vainilla (si lo preferís podéis utilizarla en pasta o extracto)
- 150 ml de leche
- 60 g de azúcar blanca
- 120 g de chocolate blanco (yo usé Nestlé)
- 4 láminas de gelatina neutra
- Gelatina de fresa para decorar
- Nata (crema de leche) para decorar
- Sprinkles para decorar
Elaboración:
El día de antes prepararemos la gelatina de fresa (es la decoración) tal y como nos indica el fabricante.
Para la panna cotta, primeramente pondremos a hidratar las láminas de gelatina neutra en agua fría durante unos diez minutos.
En un cazo a fuego medio, pondremos la nata (crema de leche), la leche, el azúcar y la vainilla (solo echaremos la pasta de dentro, para ello utilizaremos un cuchillo y abriremos por la mitad la vaina. Tener en cuenta que al utilizar así la vainilla, se verán las pequeñas puntitas de esta, a mi me encanta, por eso la utilicé)
Cuando empiece a hervir, apartamos del fuego y echamos el choco troceado y removemos hasta que se derrita. A continuación, incorporamos la gelatina neutra escurrida y volvemos a remover.
Repartiremos la panna cotta en copas o vasitos y dejamos reposar en la nevera mínimo 5-6 horas, o hasta de un día para otro, que fue mi caso. Transcurrido este tiempo decoraremos con la gelatina troceada, nata montada (crema de leche) y los sprinkles.
Es la cosa más sencilla del mundo, y un manjar para los amantes del chocolate blanco. Espero que os guste.
Besitos.