La verdad es que le he cogido gustillo a esto de preparar bollería. Era una de las cosas que más miedo me daba (y me sigue dando) pero cada vez me salen mejor y estoy muy contento con estos micro avances que estoy logrando. Estas trenzas son mis primeros brioches y la verdad es que estaban buenísimas. Me encanta el toque de cardamomo, de canela, vainilla, pimienta y jengibre que llevan. Y ya no te digo el olor que dejan en la cocina... ¡Otoñal!
Creo que me estoy aficionando a la bollería y eso es bueno (porque a casi todo el mundo le gustan los bollos) y malo (porque acabo comiendo más de la cuenta). Espero poder traer alguna receta más pronto...
Estos boletos están deliciosos solos, con un poco de leche o con un poco de mantequilla. Mi amiga Ángela, que fue la receptora de estos en particular, se pegó una semana entera desayunándolos y, por lo que me dijo, estaban deliciosos al cabo de los días... Eso sí, los tostaba un pelón antes de comerlos. Yo recomiendo calentarlos unos segundos en el microondas y comerlos templados. ¡Un placer!
Como habréis visto, muchos blogs ya han empezado con las recetas navideñas... Tranquilos, que pronto llegarán aquí. Yo suelo inaugurar el periodo navideño con mi cumpleblog. El próximo lunes Jaleo en la Cocina cumple dos años. A partir de entonces empezaré a traer fantásticas recetas para las fiestas, no os preocupéis. Aún no he pensado en todo lo que quiero publicar, pero espero que lo que decida os guste... ¡Cruzo los dedos!
Ahora ya sí que sí os dejo con la receta y el paso a paso. ¡Espero que os guste y que los probéis en casa! ¡Cualquier pregunta o sugerencia no dudéis en preguntármela!
Trenzas de brioche especiadas
Dificultad: Media
Tiempo horneado: (aprox)
Raciones: 10
Etiqueta: Aperitivo Dulce
300 gr de harina de fuerza
200 ml de leche
12 gr de levadura fresca
50 gr de mantequilla a temperatura ambiente
75 gr de azúcar
Una pizca de sal
Una cucharada de cardamomo
Una cucharadita de canela
Una cucharadita de vainilla en pasta
1/4 de cucharadita de pimienta
1/4 de cucharadita de jengibre
Nata (crema de leche) para pincelar
- Comenzamos disolviendo la levadura en la leche, previamente calentada, de modo que esté templada.
- Añadimos 100 gramos de harina y mezclamos bien hasta formar una masa homogénea.
- Dejamos reposar media hora.
- Preparamos el resto de ingredientes para poder añadirlos.
- En un bol grande (yo he usado el de mi robot de cocina) ponemos el resto de la harina, el azúcar, la vainilla, la sal, la pimienta, la canela, el jengibre y el cardamomo picado.
- Batimos con el robot y el accesorio de gancho hasta que veamos que se forma una masa homogénea. Suelen ser unos 8-10 minutos. Si no tenemos robot, podemos hacerlo con la batidora manual de varillas pero usando los accesorios de ganchos.
- Añadiremos entonces la mantequilla en pomada y seguiremos batiendo hasta conseguir que la masa se despegue de las paredes del bol. Tendremos una masa elástica y nada pegajosa.
- Amasamos la masa a mano unos minutos.
- Engrasamos un bol con un pelín de aceite y dejamos la masa a reposar dentro (con forma de bola) y dejamos levar durante al menos una hora y media.
- Aumentará su tamaño ligeramente, no esperéis que doble su volumen del todo.
- Una vez pasado el tiempo, sacamos la masa, le damos un apretón con la mano en forma de puño y extendemos. Vamos a hacer bolitas del mismo tamaño. Yo saque para 8 bollos (eran de buen tamaño). Podéis hacerlos más pequeños. Yo las pese para que todas las bolas fueran más o menos iguales (opcional)
- Cada bolita la dividiremos en dos partes, una siendo el doble que la otra. Con ambas partes haremos dos churros, uno tiene que ser el doble que el otro.
- Colocaremos el extremo del churro pequeño en el centro del churro grande, formando una especie de "T" desproporcionada.
- Ahora trenzaremos los churros, como si hiciésemos una trenza de pelo.
- Dejamos reposar sobre una bandeja de horno, dentro del horno (si está un pelón caliente (35-40ºC) mejor. Los dejaremos dentro durante una hora y media, hasta que doblen su volumen.
- Sacamos.
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Pincelamos los bollitos con un pelín de nata (crema de leche).
- Horneamos durante 20-25 minutos, hasta que veamos que están dorados.
- Dejamos enfriar o servimos templados. Estos bollos aguantan muy bien hasta el día siguiente destapados y si no, unos días más si los guardamos envueltos en plástico. A mí me encanta calentarlos ligeramente antes de comerlos (cuidado porque si hacéis esto, al enfriarse se quedarán más duros).
¡A disfrutar!