Los platos de pasta con tomate son, en mi opinión, de los más ricos que hay. Si además le añades queso ricotta no os imagináis lo deliciosos que quedan. Este queso suave y cremoso tan característico queda genial mezclado con la salsa. Al meterlo al horno deja una consistencia y un sabor únicos. Un toque de gratinado y tenemos uno de los platos de pasta más buenos que os podréis encontrar. Además, aprovechando estas fechas, encontré una pasta con figuritas de Halloween (calabazas, calaveras y varias cosas terroríficas más) monísimas y decidí hacer un plato festivo para ponerle en el táper a mi marido en estos días. Se ha llevado una terrorífica y deliciosa sorpresa :) Le ha encantado, y es que está para chuparse los dedos :)
INGREDIENTES
Pasta de colores con formas de Halloween (la compré en LiDL)
Salsa de tomate casera (receta aquí)
1 o 2 cucharadas de queso ricotta
Queso tipo parmesano en polvo
PREPARACIÓN
- Ponemos al fuego un cazo con agua y una pizca de sal y cuando hierva añadimos la pasta y la cocemos según las instrucciones de la bolsa. En este caso 7 u 8 minutos. Cuando esté al dente la colamos y pasamos por el chorro de agua fría para para la cocción.
- Escurrimos bien y ponemos en un cuenco apto para horno. Añadimos unas cucharadas de salsa de tomate y removemos, y a continuación el queso ricotta y también removemos bien.
- Por último, espolvoreamos el queso en polvo. Metemos al horno caliente con el gratinador puesto y dejamos unos minutos hasta que el queso se derrita y se dore la superficie.
- Ya veréis que deliciosos quedan con el queso ricotta mezclado. Una aterradora (ya que estamos en Halloween) maravilla! :)
Qué la disfrutéis! :)
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