Estas pastas siempre son un éxito, como cualquier pasta de té con buena mantequilla, esta es la base para que nadie se pueda resistir, una buena mantequilla y poner la cantidad que se pide, nada de andar escatimando.
Con esta masa ya he preparado diferentes versiones, ya que cada vez le añado un ingrediente: anís en grano, chocolate negro o blanco, pasas, arándanos esta vez guindas confitadas y también es novedad que uso la manga pastelera en vez de un corta pasta, de ahí que no repose en la nevera y sea más fácil su elaboración.
Os animo a realizar estas pastas que siempre recuerdan a buenos momentos con un café o té.
Pastas de té con guindas
Ingredientes
1 huevo
70 gr. azúcar
160 gr. de mantequilla
330 gr. de harina
1 cucharada de postre de extracto de vainilla
Guindas suficientes para poner ½ en cada una de ellas
Elaboración
Batir con las varillas manuales el huevo con el azúcar, la vainilla y la mantequilla derretida hasta que la mezcla se blanquee y esté algo espumosa.
Ahora falta añadir poco a poco la harina y ya trabajarlo con las manos.
Esta masa no debe estar dura, por eso no reposa en la nevera, meterla en la manga pastelera con la boquilla, en mi caso de 8 puntas. Con el calor de las manos ablandar la masa dentro de la manga. Para hacer la forma, poner la boquilla casi apoyando recta en el papel de la bandeja de horno y echar la masa, así saldrá con esa forma de flor o sol, aquí podéis usar la técnica que mejor os vaya.
Cortar por la mitad las guindas y colocarlas encima, yo compro guindas confitadas que no en almíbar, así te evitas que rezumen.
Se cuecen en el horno, previamente precalentado a 200ºC durante 12-15 minutos, cuando veáis que empiezan a dorarse por las esquinas.
Dejar enfriar sobre una rejilla, se conservan perfectamente en una caja de lata.