Cuando invitas a alguien a sentarse a tu mesa y quieres cocinar para ellos, lo invitas a entrar en tu vida.-Maya Angelou.
Tímidamente comencé a escribir en aquel grupo de apasionados por la cocina, a contestar algunas preguntas sobre alguna receta, a publicar algún que otro plato de los de toda la vida, malagueños. Me hacía gracia cuando leían los nombres de las recetas tradicionales malagueñas que no conocían, que le sonaban raro e incluso jocoso algunos de ellos. Lavapuertas, Gazpachuelo, Emblanco, Sopa “poncima”, Gazpacho Perrero y un largo etcétera.
Yo me animaba contándoles los orígenes, las historias, cómo lo hacía. Así llegué a conocer a grandes, sobre todo mujeres, con quienes compartíamos un rato de charla virtual a través de ése portal de internet de gastronomía. Tantas amigas con las que a pesar del paso de los años, seguimos manteniendo ésa bonita relación que da la distancia y él amor por la cocina.
Muchas de ellas dejaron de escribir, otras como yo descubrimos ése mundo llamado “blogger”y abrimos nuestra propia ventana al mundo a través de internet llamado blog. Algunas han escrito libros de recetas de cocina e incluso llegaron a realizar programas de televisión.
Todas, absolutamente todas creo que fuimos aprendiendo unas de las otras, descubriendo nuevos platos, nuevas recetas, nuevos trucos, a realizar fotos más.
Todo ésta aventura bloguera comenzó para mi los primeros meses de Abril del año 2009. Aquellas conversaciones en los foros de cocina, pasaron a formar parte de nuestros propios blogs, nos visitábamos unas a otras, nos animábamos con comentarios cariñosos: “te lo copio””lo haré””que maravilla de receta”siempre en positivo, sin críticas negativas y conformando un lazo de unión entre nosotras.
Y llegó twitter y facebook; comenzamos a compartir por las redes sociales para conseguir seguidores, “robando” tiempo para los comentarios que se dejaban en los blogs. Mientras, la fotografía fue cogiendo protagonismo en los blogs, bodegones que realmente eran y siguen siendo verdaderas obras de arte y los textos de introducción se fueron alargando.
Y de pronto llegó Instagram, fotos, fotos y más fotos hasta que los “Reels”permitía subir pequeños vídeos cocinando, degustando sus creaciones e incluso explicando el paso a paso.
Pero se me olvidó que realmente el gran paso fue tener su propio canal de Youtube. Ser Youtuber es el sumun de quienes comenzaron o comenzamos con un humilde, sencillo blog de cocina.
En ése camino, durante todos éstos años, las antiguas amigas que escribíamos en los foros, que aún continuamos visitándonos en nuestras cocinas virtuales, conservamos ésa relación tan especial marcada por la pasión por la cocina.
Desde éste rincón llamada MI COCINA CARMEN ROSA mi homenaje para cada una de ellas, a las que siguen publicando, a quienes dejaron éste mundo, a quienes dejaron aparcadas sus cocinas virtuales, a mis amigas y conocidas desde hace ya 14 años; siempre con mi admiración y cariño a pesar de que los caminos virtuales nos alejen o mejor dicho nos acerquen aún más a través de Facebook, Twitter, Pinterest, Instagram, Youtube, Tiktok y por supuesto blogger..
Sea el camino que sea, no dudo que en definitiva quienes publicamos, escribimos, compartimos por los caminos virtuales una receta, no hacemos más que invitarles a quienes nos visitan a nuestra mesa, lo invitamos realmente a entrar en nuestras vidas. En mi caso, suelo decir que éste blog, es el libro de bitácoras de mi caminar gastronómicamente por mi vida.
Una de ésas recetas que pude aprender visitando otras cocinas fue éste PASTEL SALADO CON PAN DE MOLDE, SURIMI, ATÚN, HUEVO Y LANGOSTINOS, que no me dejó indiferente.
Hace de ello tanto tiempo que no anoté de quién era la receta, por lo que la dedico a todas aquellas personas cuyo blog visito asiduamente. Reconocer que las fotos no son las mejores para publicar, pero la época veraniega, la autenticidad de “Mi Cocina” me anima a compartir con quienes aún, a pesar de todos los caminos virtuales, seguís visitando éste rincón gastronómico.
Es un plato ideal, muy práctico ya que se puede preparar con antelación; es prácticamente una ensaladilla un poco más elaborada, vistosa y con un sabor que no dejará indiferente a los comensales.
¿Quieren saber CÓMO LO HICE?
INGREDIENTES:
2 láminas de pan de molde sin corteza alargado (se encuentra en cualquier supermercado, si no lo consigue pueden usar pan de molde normal, e ir uniéndolos, eso sí, sin corteza), mayonesa (pueden usar mayonesa ya preparada), 6 palitos de surimi, 10 langostinos cocidos, 2 huevos de gallina, salsa rosa (que prepararemos siguiendo los pasos indicados seguidamente), 1 cogollo de lechuga, 4 huevos de codorniz, soja, aceitunas negras (para decorar), 2 latas de atún en aceite de oliva y sal.
Para la salsa rosa: 100 grms. de mayonesa, dos cucharadas soperas de kétchup, dos cucharadas de zumo de naranja, una cucharada de coñac y unas gotas de tabasco.
LOS PASOS A SEGUIR:
Preparar la salsa rosa, para ello poner los ingredientes en un cuenco y mezclar bien con un tenedor o una cuchara. Reservar en el frigorífico.
Cocer los huevos. Una vez cocidos, pelarlos. Reservar los de gallina y los de codorniz una vez pelados introducirlos en salsa de soja de forma que queden bien cubiertos (aportará color y sabor a la clara).
Mientras pelar los langostinos (ya cocidos) reservando 6 para la decoración final, picando en trozos pequeños los restantes.
Poner los trozos de los langostinos junto con los palitos de surimi en la picadora y picarlos lo más fino posible. En un cuenco mezclar la masa resultante con la salsa rosa y reservar en el frigorífico. Probar de sal y rectificar si fuese necesario.
Picar igualmente uno de los huevos de gallina con el atún (desechando lógicamente el aceite de las latas).
Cortar en trocitos pequeños el cogollo de lechuga, guardando un poco para la decoración y el resto echarla en un cuenco con cinco cucharadas soperas de mayonesa y la picada de atún y huevo, remover bien a fin de que se integren todos los ingredientes. Salar al gusto.
Forrar una fuente con films transparente y colocar una de las láminas de pan, cubrir con el relleno de palitos de surimi, langostinos y salsa rosa.
Colocar encima otra lámina de pan y a continuación echar la masa de atún, huevo y mayonesa.
(En mi caso hice dos capas, pero pueden hacer tantas como gusten, lógicamente aumentando las cantidades de los ingredientes).
Una vez realizado éste proceso guardar en el frigorífico (aconsejo dos o tres horas) a fin de que se asiente el pastel.
Una vez se vaya a servir proceder a la decoración, para ello:
Sacar los huevos de codorniz de la salsa de soja, secarlos bien y cortarlos por la mitad.
Quitar el pastel del molde, retirándolo con el papel film, desechando éste último a la hora de emplatar con cuidado de que no quede ningún resto de plástico adherido al pastel.
Cubrir éste con mayonesa, untándola por toda la superficie. Colocar alrededor las aceitunas negras y la lechuga cortada en trocitos.
Sobre el pastel poner los langostinos cocidos enteros, los huevos de codorniz cortados por la mitad y rallar el otro huevo de cocina por toda la superficie.
Les garantizo que les encantará. Ideal para una cena o comida informal y disfrutar del verano.
¡¡ Sean felices !!