Francia, Suecia, Italia, Marruecos, Portugal y México han sido los países elegidos para irnos de viaje gastronómico. A lo loco, sin maletas, sin reglas.... Un país....un plato. Sencillo no?
Marruecos. El país que yo elegí para irme de viaje.... No sé cuantos me habrán seguido, pero estoy segura de que los que lo hayan hecho habrán quedado encantados con la cocina de este país. Se trata de una cocina elaborada de forma casera, en la que participan fundamentalmente sólo mujeres (dada), el espacio de la cocina es tradicionalmente en Marruecos un lugar femenino donde los hombres permanecen fuera. Las recetas de los platos pasan de madres a hijas por tradición verbal.
Pues como anfitriona del #TSViajeroMarruecos, yo me he lanzado de cabeza hasta esta pastela moruna. Un plato sorprendente por el contraste de sus ingredientes y por su intenso sabor. La mezcla de sabores hacen de él un plato muy singular.
En casa fueron un poco reacios al principio por eso de mezclar el pollo con azúcar y canela, pero a medida que lo iban comiendo les iba conquistando más y más...hasta dejar los platos más que limpios. Vamos que me han dicho que a ver cuando lo vuelvo a hacer. Señal de que ha sido un éxito, no?
Ingredientes
8 láminas de pasta filo
1 pechuga de pollo
1 litro de caldo de pollo
1/2 cebolla
Un puñado de nueces, piñones y pistachos
Dos cucharadas de miel
1 cucharada de ras el hanout (especias árabes)
5 orejones
5 ciruelas
Un puñado de pasas
Canela
Azúcar glas
Ponemos a cocer el caldo de pollo y metemos la pechuga. La dejamos cocer durante 15 minutos. Pasado el tiempo, la sacamos y dejamos enfriar. Cuando esté fría la desmenuzamos y reservamos.
En una sartén con un poco de aceite, rehogamos un poco los frutos secos. Sacamos y dejamos enfriar. Cuando estén fríos los picamos con ayuda de una picadora. Reservamos.
Picamos los orejones y las ciruelas.
En una sartén rehogamos la cebolla picada. Cuando esté dorada, añadimos el pollo, la miel y las especias y mezclamos bien. Incorporamos los orejones, las ciruelas y las pasas y mezclamos bien.
Extendemos las láminas de pasta filo y las untamos con un poco de aceite. Colocamos un par de cucharadas de la mezcla de pollo y cerramos bien. Colocamos, con los pliegues hacia abajo encima de otra lámina untada con aceite y cerramos de nuevo. Ponemos sobre la bandeja de horno con los pliegues hacia abajo. Repetimos la operación hasta terminar con las láminas.
Metemos al horno precalentado a 200º unos 20 minutos. Sacamos cuando estén dorados y espolvoreamos de canela y azúcar glas.
Servir inmediatamente.
Ahora sólo falta abrocharse los cinturones y llegar a destino con el estómago vacío.... Con qué platos nos sorprenderán nuestros amigos? Yo me voy ya que el avión no espera..... Aquí las tenéis todas reunidas para que el viaje sea más corto!!!?