Y con una salsa natural, para disfrutarlas sin remordimientos.
Ingredientes:
2 patatas
1 cebolla pequeña
4 tomates grandes maduros
1 guindilla pequeña seca
Pimentón rojo picante
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración:
Para la salsa, pelar y picar la cebolla y sofreírla en un cazo con 2 cucharadas de aceite, a fuego medio. Añadirle un poco de sal y la guindilla desmenuzada.
Rallar los tomates y reservar.
Cuando la cebolla esté pochada, añadir una cucharadita de pimentón picante, remover.
Incorporar enseguida el tomate, antes de que se queme el pimentón. Tapar y cocinar durante unos 10, a fuego lento.
Triturar la salsa y pasarla luego por el colador chino, de modo que resulte de una consistencia suave y cremosa. Reservar.
Cocer las patatas enteras con piel. El tiempo dependerá del tamaño de las patatas. Podéis hacerlo en el microondas, a máxima potencia durante 4, darles la vuelta y 3 ó 4 más. Pincharlas antes con un tenedor, en varios puntos por ambos lados, para facilitar la cocción.
Dejarlas enfriar un poco, pelarlas y cortarlas a dados. Servirlas con la salsa por encima.
Una salsa de auténticas bravas, con el punto ideal de picante. Es adecuada también para acompañar pescado o marisco. Probadla con unos langostinos cocidos, por ejemplo. ¡Y claro que nos podríamos permitir freír las patatas! Tampoco estamos comiendo patatas bravas todos los días. Pero siempre es mejor evitar los fritos y por eso os propongo esta alternativa que no deja nada que desear. De ese modo, os podréis dar el gustazo más a menudo.
Fuente: este post proviene de Blog de comococinovivo, donde puedes consultar el contenido original.
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