O el placer de disfrutar de las hierbas y las especias.
Ingredientes para 4 raciones:
2 picantones cortados por la mitad
2 cebollas
Para la salsa chimichurri:
1 guindilla picante seca
4 dientes de ajo
1 cucharada de orégano
1 cucharadita de comino
1 cucharadita de tomillo
1 cucharadita de pimentón dulce
100 ml de aceite de oliva virgen extra
75 ml de vinagre de vino blanco
Unas ramitas de perejil
Sal
Elaboración:
Precalentar el horno a 180º.
Pelar y picar los ajos, picar el perejil (como una cucharada) y reservar.
Machacar el comino y la guindilla y ponerlos en un cazo con un poco de aceite, junto con el orégano y el tomillo. A fuego mínimo, solo que se calienten y desprendan su aroma.
Añadir enseguida los ajos y el perejil picados y el pimentón dulce, remover, verter el vinagre y dejarlo un momento más, siempre a fuego lento.
Retirar el cazo del fuego e Incorporar el aceite y la sal al gusto (yo le pongo un par de pellizcos).
Sazonar ligeramente los cuatro medios picantones, pintarlos con la salsa y colocarlos en una bandeja apta para horno, con la parte de la piel hacia abajo.
Añadir las cebollas peladas y cortadas por la mitad, pintarlas también con la salsa y hornear durante 30.
Transcurrido ese tiempo, darles la vuelta, verter la salsa restante por encima y hornear entre 15 y 30 más, dependiendo del cada horno y del tamaño de los picantones.
Siempre digo que los picantones tienen una textura y un sabor inigualables, porque es así, pero hay quien prefiere el pollo. Podéis cambiar de ave al gusto, unos cuartos de pollo estarán también riquísimos con esta deliciosa salsa de origen argentino. En cuanto a las raciones, en principio da para cuatro, aunque siempre hay alguien dispuesto a comerse un picantón entero. He puesto cebollas como guarnición, pero se pueden añadir tomates o patatas, también cortados por la mitad. Chimichurri… si es que el nombre ya promete.