Al chilindrón, resultón y con su propia guarnición.
Ingredientes:
1 pollo cortado a octavos
2 lonchas de jamon serrano
4 pimientos asados del piquillo
1 cebolla grande
4 dientes de ajo
4 tomates maduros
750 ml de caldo de pollo
1 vasito de vino rancio
Unas ramitas de perejil
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración:
Sazonar el pollo y dorarlo bien por todas sus caras en una cazuela con aceite. Retirar y reservar.
En la misma cazuela, confitar la cebolla cortada en juliana, a fuego lento.
Cuando casi esté, incorporar los ajos picados, remover y dejar que cojan un poco de color.
Verter el vino y subir el fuego para que se evapore el alcohol.
Añadir los pimientos cortados a tiras, el jamón también cortado a tiras y los tomates rallados. Bajar el fuego y cocinar durante unos 5 minutos.
Incorporar el pollo, cubrir con el caldo y cocinar durante 20 a fuego lento y tapado, darle la vuelta y seguir unos 10 más con la cazuela destapada para que reduzca la salsa. Comprobar de sal y rectificar al gusto, aunque al llevar jamón suele ser suficiente.
Terminar espolvoreando perejil fresco picado.
¿Qué guarnición necesita, si ya la lleva incorporada? No podréis evitar mojar pan…Tranquilos, eso lo convierte en un plato completo: vegetales, proteína e hidratos de carbono, sin pasarse. Como siempre, por lo tradicional del plato, existen diversas versiones, siempre con el denominador común del pollo (claro), los pimientos y el jamón. ¿Su origen? Parece ser que de tierras aragonesas y su curioso nombre el de un antiguo juego de cartas.