Cuando voy a la peluqueria, al dentista, o a cualquier sala de espera donde encuentre una revista, rauda y veloz me dedico a ver única y exclusivamente las páginas de las recetas de cocina, si veo algo interesante suelo pedir permiso y si puedo la recorto; igualmente cada mañana Domingo, la revista que acompaña al diario que solemos leer cae en mis manos y suelo abrirla por el final, directa a las posibles recetas de cocina o al reportaje de gastronomía que generalmente suelen publicar.
Guardo hojas y hojas, ya amarillentas en carpetas, en cajones como si de mis mejores libros de cocina se tratara.
Hace unos dos meses, era Domingo y leí ésta receta: paté de higaditos de pollo con tomillo y pimienta verde, me encantó y así que me faltó tiempo para hacerla, era una forma diferente a como siempre he preparado el paté de ave y francamente valió la pena probarla, en ésta ocasión no se ha quedado la revista en mi poder, ni la hoja en sí, se reciclaron antes de darmen cuenta, pero sí quedará la receta por este querido “cajón” virtual que es vuestro blog: “Mi cocina”.
Y por supuesto los tarritos de éste riquísimo paté, serán una buena manera de dar la bienvenida a mi mesa.
¿Cómo lo hice?
En una cacerolita con agua poner unos diez granos de pimienta negra, una hoja de laurel, dos trozos de apio blanco cortado en pedazos pequeños y diez higaditos de pollo (limpios de nervios y sin el corazón), salar al gusto.
Llevar a ebullición, espumerear y dejar cocer durante cinco minutos.
Escurrir y retirar la hoja de laurel.
Reservar el caldo.
Picar dos dientes de ajo y media cebolla blanca.
En una sartén poner un chorreón de aceite de oliva virgen y pochar los ajos y la cebolla.
Agregar los higados, el apio y la pimienta, remover y dorar durante un minuto.
Añadir tomillo fresco (las hojitas, desechar la parte de las ramas).
Retirar la sartén del fuego (cuidando que no esté el extractor de la cocina encendido o la sartén debajo del mismo), echar una copa de coñac (brandy) y flambear,
Introducir todo en el vaso de la batidora junto con un poco del caldo reservado y triturar.
Cuando esté bien triturado, añadir medio vaso de nata (crema de leche) (especial para cocinar, ligera) y seguir batiendo.
Agregar un puñadito de granos de pimienta verda (opcional y al gusto de los consumidores)
Rellenar los tarritos o recipiente donde se vayan a servir e introducir en el frigorífico hasta que se solidifique.
¡¡ Buen provecho !!