No hay nada mejor que tener una hermana que cría conejos para disfrutar con esta carne tan rica. A nosotros nos gusta hacer el conejo rebozado como si fuese cabrito, para hacerlo así tiene que ser un conejo grande, no, no vayáis a pensar que porque sea grande va a estar duro, queda muy rico, bien os explico mejor la jugada, usamos la parte de las costillas y el lomo para hacerlo así, y entonces me quedan las dos partes traseras que tienen mucha carne, con esas partes y algo más he preparado este paté.
Esta vez me ha traído dos conejos que sin cabeza y ya limpios pesaban cada uno, unos dos kilos 300 gramos, con esos dos conejos hemos comido un día 7 personas conejo rebozado, otro días hemos preparado un arroz para 3 personas (con un caldo que preparé con los huesos del conejo) y el resto lo deshuesé para hacer este paté (un kilo y medio de carne pesada en limpio).
Como lleva más carne salen un montón de botes pequeños, no tiene ninguna dificultad y se puede personalizar cambiando las diferentes hierbas, especias, también se pueden poner setas, frutos secos.
Siguiendo las mismas proporciones podéis hacer menos cantidad.
Para esté paté necesitamos:
1 kilo y medio de carne de conejo sin huesos (se puede incluir el hígado)
1 kilo de panceta ibérica limpia de piel
1 kilo de ala de cabecero de lomo ibérico
1 cebolla
70 gramos de sal, 20 gramos por kilo de carne
50 gramos de pimienta verde
10 gramos de pimienta
1 rama de romero fresco
1 rama de tomillo fresco
300 ml de vino de jerez seco.
Lo primero que tenemos que hacer es esterilizar los botes cociéndolos en agua hasta que hiervan unos minutos, dejamos enfriar y secamos bien.
Pelamos la cebolla y la cortamos en trozos pequeños, la ponemos a pochar en una sartén con un poco de aceite y sal, cuando esté bien pochada la reservamos.
Picamos todas las carnes en la picadora, yo uso el accesorio de la kitchenaid, pero también podéis pedir al carnicero que lo haga él, ponemos las carnes en un bol grande, añadimos la sal, las pimientas, las hierbas cortadas en trocitos, la cebolla frita y el vino de jerez, amasamos bien todos los ingredientes para que se mezclen.
Llenamos los botes con la mezcla teniendo cuidado de que no queden huecos sin rellenar, los botes se llenan hasta arriba, se cierran bien los botes y se colocan en una olla con agua fría que los cubra por completo, cocemos los botes durante dos horas, dejamos que se enfríen en la olla, una vez fríos podemos guardarlos en un sitio fresco y seco (sin luz) y degustarlos con unas tostadas