Ya lo sé, sé que el otro día puse una receta con pollo, pero es que no he podido resistirme. Es una receta ligera (que me viene bien...), aromática y riquísima. Y en media hora tenemos un plato estupendo.
En realidad había comprado pechuga para hacer los nuggets de pollo, que quería hacer para congelar, pero no ha podido ser......
El caso es que fui a ver a mi madre y, como siempre, le pregunto el menú, y me dijo que iba a hacer estas pechugas al horno, así que mi hijo tendrá que esperar a otro día los nuggets, porque tal y como llegué a casa me puse manos a la obra.
Es verdad que las pechugas suele ser una carne muy sequerona, pero controlando bien el tiempo, quedan jugosas y muy sabrosas.
Y gracias al vino y al tomillo, queda un plato buenísimo. Así que paso a explicaros.....Estas cantidades son para 4 personas.
Ingredientes:
2 pechugas grandes (o 4 pequeñas)
3 o 4 dientes de ajo
1 copa de Amontillado de Jerez
Sal
Tomillo
1/2 copa de agua
Un poco de Aceite (si es de oliva virgen mejor)
1. - Encendemos el horno a 200º y cortamos las pechugas en lonchas gruesas, sin llegar a cortar el final de abajo, que quede unida.
2. - Ponemos las pechugas en una fuente de horno y salpimentamos, ponemos el tomillo.
3. - Echamos el agua y el vino por los lados, el ajo picadito por encima y rociamos con un poco de aceite y metemos al horno 30 minutos. Dándoles la vuelta de vez en cuando.
4. - Mientras puse unas patatas en el microondas, sin nada, durante unos 3-4 minutos por patata, eso depende del tamaño.
Le hice un corte en cruz y apreté por abajo un poco con las manos, para que se abran en esta forma. Le pongo un poco de margarina salada y sal.
5. - A la media hora sacamos las pechugas y servimos con las patatas.
Ea! Pues ya está!!!!!
A mi es que me encanta, espero que a vosotros también!
Facilita eh????