Hace muchos años ya que viví en esa mágica ciudad que es Edimburgo. Recuerdo aquella época con especial cariño, pues de alguna forma se forjó parte de quién soy hoy en aquella primera experiencia estudiando, trabajando y viviendo sola en Escocia.
No tenía mucho dinero, y por lo general comía siempre en casa lo que preparaba con los productos de marca blanca que compraba en el Sainsbury’s, a donde iba andando por ahorrarme el autobús.
Pero de vez en cuando, me permitía darme un homenaje en alguno de los muchos pubs y restaurantes de la ciudad. Uno de ellos era The Oz Bar, un pub de inspiración australiana, donde servían un plato parecido a este que hoy os traigo. Yo solamente le he añadido las espinacas, porque me parece que son una verdura que casa muy bien con el resto de ingredientes.
Si has llegado hasta aquí buscando recetas de pechugas de pollo rellenas al horno, prueba también estas con relleno pesto y champiñones.
Ingredientes: (2 personas)
1 pechuga de pollo en dos partes
2 lonchas de bacon
1 tarrina de ricotta
3 dientes de ajo
queso emental rallado
150gr espinacas
sal
pimienta
aceite de oliva Elaboración:
En primer lugar laminamos los ajos y limpiamos y lavamos las espinacas.
En una sartén, ponemos unas cucharadas de aceite de oliva y salteamos los ajos hasta que estén dorados. Incorporamos las espinacas, y cuando hayan soltado todo el agua, añadimos el ricotta. Salpimentamos al gusto y cocinamos durante 3 minutos sin parar de remover. Apagamos el fuego y reservamos.
Hacemos unas incisiones en las pechugas transversalmente, sin llegar a cortar del todo la rueda.
Colocamos las pechugas en una bandeja apta para el horno y rellenamos los huecos que quedan con la mezcla de espinacas y ricotta.
Sobre las pechugas, colocamos una loncha de bacon y espolvoreamos queso rallado por encima.
Dejamos hornear a 200ºC durante unos 25 minutos aproximadamente.
¡Y ya tenemos listas nuestras pechugas rellenas de espinacas, ricotta y bacon!
Para acompañar podemos usar patatas fritas como hacían en The Oz Bar, arroz hervido aromatizado con romero, o por ejemplo unos crudités de pepino y cherries.
Como veis es una receta sencilla, pero super sabrosa y contundente. ¡No dejéis de probarla!
¡Que aproveche, Calderer@s!