Todos conocemos la receta de Cardos con Almejas, pero le hemos dado las vueltas. En el resto de la península no sé, pero en Sevilla o en Cádiz, no es fácil encontrar los Cardos frescos, siempre congelados y para eso, cambiamos y nos marcamos unas pencas de acelgas que están de muerte y ahora está en fecha. Por otro lado, el día que decidí realizar esta receta, no encontré unas almejas lustrosas, así que lo cambié por unos berberechos, que están riquísimos y la verdad es que el resultado fue, excelente.
Para 4 comensales, necesitamos:
Las pencas de dos manojos de acelgas, limpias
½ kg de berberechos
2 cebolletas cortadas en daditos, o brunoise
3 dientes de ajo en láminas
1 cucharada colmada de harina
1 copa de manzanilla de Sanlúcar, o cualquier otro vino blanco
Perejil picado y podemos freír unos ramilletes en aceite caliente para decorar
Agua
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta negra recién molida.
2 hojitas de laurel
Vamos a limpiar las pencas. Por un extremo cortamos sin llegar al final con un cuchillo, y tiramos hacia abajo. De esta manera sacaremos las hebras de las mismas. Esto lo repetiremos en el otro extremo y hacia el lado contrario, del que limpiamos al principio. Las cortaremos en trozos grandes y las enjuagamos en agua fresca.
En un perol con el aceite a fuego medio, pero caliente, ponemos el laurel y los ajos. Cuando empiecen a dar olor, lo que hacemos es añadir la cebolleta con un poco de sal y pimienta. Removemos y cuando estén transparente las cebollas, ponemos las pencas. A los dos minutos echamos la harina. Vamos a dorarla bien y removiendo. Acto seguido añadimos el vino. Removemos y quemamos el alcohol, por un minutillo y cubrimos con agua. Salpimentamos y dejamos hervir como uno 15 ó 20 minutos, hasta que se pongan tiernas.
Cuando esto ocurra y la salsa esté empezando a espesar, ponemos los berberechos y dejamos cocer por un minuto, no más. Espolvoreamos con perejil y dejamos tapado unos minutos. Luego servimos y a disfrutar.