INGREDIENTES
30 grs de eneldo fresco
50 grs de Aceite de Oliva Virgen Extra
1 diente de ajo
Queso Parmesano rallado
30 grs de almendras crudas
Sal y pimienta
Tiempo: 5 minutos
Aceite Vicoliva
Para empezar debemos decidir si queremos tirar de utensilios clásicos de la cocina como el mortero o "modernizarnos" y emplear herramientas batidoras o robots de cocina. Personalmente soy fan del mortero, y entre sus virtudes se encuentra...que libera estrés. Pack completo. Además, la palabra "pesto" viene del genovés "pestare", es decir, "machacar en mortero". Si queremos ser tradicionales... no nos queda otra. Nos ponemos.
Vamos a tostar las almendras. NOTA: también se puede preparar con avellanas o piñones (más clásico). Calentamos una sartén sin aceite y las vamos dorando ligeramente, vigilando que no se quemen. Buscamos un tostado ligero. Reservamos.
Picamos el eneldo finamente. Y lo echamos al mortero. Vamos incorporando el resto de ingredientes: el diente de ajo (sin el germen interior, que repite), el queso Parmesano recién rallado, las almendras, la sal y la pimienta. Trituramos con energía.
NOTA: Se puede sustituir el Parmesano por algún queso de oveja.
Añadimos un chorro bien generoso de Aceite de Oliva Virgen Extra y seguimos batiendo hasta conseguir una pasta homogénea.
El truco de cualquier salsa es vuestro paladar. Id probando hasta dar con el sabor y la textura ansiada. Si queréis que quede más espesa, echad menos aceite. Más ligero, más aceite.
Tapamos el pesto y lo guardamos en el frigorífico hasta que le toque salir a escena. ¡Que aproveche, hitchcookianos!