Lo bueno de la salsa pesto es que podemos combinar infinidad de ingredientes para realzar cualquier plato de pasta. Desde el clásico de albahaca, pasando por el Pesto Rosso o por un pesto de Eneldo. Jugando con piñones, avellanas, nueces y fusionando quesos curados de diferentes sabores.
Y como hoy es "Free Meat Monday" nada mejor que este recetón de pasta. No tenéis excusas para probar esta delicia que os sorprenderá y que pasará obligatoriamente a vuestro recetario. Lleva poco tiempo, es increíblemente sana y muy fácil de preparar. ¡Mandiles arriba!
Ingredientes (4 personas)
100 grs de Queso Parmesano
30-40 grs de queso Pecorino Romano
150 grs de espinacas
1 diente de ajo
80 grs de piñones
Aceite de oliva Virgen Extra
Sal, pimienta negra molida
Pepperoncino (o guindilla seca)
180 grs de Spaghetti
Tiempo
15 minutos
Para la preparación de este pesto necesitaremos tener a mano o bien una batidora o un buen mortero para desestresarnos. Yo suelo usar siembre "el trabajo manual" para estas preparaciones, pero en vuestra sabiduría extensa lo dejo.
Lavamos las espinacas y las secamos bien. Tostamos ligeramente los piñones en una sartén sin aceite hasta que se doren. NOTA: Que no se quemen bajo ningún concepto.
En el mortero (o el vaso batidor) añadimos el diente de ajo con una pizca de sal. Lo trabajamos hasta desintegrarlo. Añadimos las espinacas y machacamos a conciencia. Incorporamos los piñones doraditos y vuelta al tajo. Trabajamos y trabajamos, con calma, disfrutando el momento.
Vamos añadiendo aceite para emulsionar la mezcla y obtener la densidad deseada. Por último añadimos los quesos rallados, la pimienta negra y sal (si hiciera falta, pero ante todo probadlo).
Cocemos la pasta en abundante agua SIN ACEITE y colamos cuando esté al dente.
Servimos los spaghetti en un plato hondo y vertemos una buena dosis de pesto de espinacas por encima. Espolvoreamos un poco de pepperoncino - para darle un puntito picante - y rallamos más Parmesano por encima. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!