Esta receta surgió un día que tocaba utilizar imperativamente masa de hojaldre y se nos dio por preparar este pastel al estilo pie americana. Había que bautizar al nuevo plato y decidimos llamarle pie campesino por su consistencia, porque es de esas comidas hechas para aguantar una dura jornada de trabajo y de frío, algo así como las migas del pastor (que por cierto tenemos pendiente prepararos para el blog).
¿Qué necesito?
2 placas de masa de hojaldre
1 pechuga de pollo grande
5 champiñones
1 cebolla
1 diente de ajo
200 ml de nata (crema de leche) para cocinar
1 huevo (+ 1 huevo para barnizar el pastel)
Queso cheddar
2 patatas grandes
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
¿Cómo lo hago?
Cortamos las patatas en rodajas finas y las freímos en abundante aceite a fuego medio para que queden blanditas y no crujientes. Cuando estén listas las colocamos en un plato con papel absorbente para retirar el excedente de aceite y reservamos.
Picamos el ajo y la cebolla y lo sofreímos en una sartén con aceite. Cuando la cebolla esté pochada, añadimos los champiñones cortados en dados. Dejamos que se hagan por un par de minutos y agregamos la pechuga de pollo también cortada en dados y salpimentamos. Cuando el pollo esté hecho añadimos la nata (crema de leche) líquida, subimos el fuego al máximo hasta que la nata (crema de leche) hierva. Luego, bajamos el fuego y añadimos un huevo directamente en la sartén, removemos y cuando esté completamente integrado y cuaje con la nata (crema de leche) añadimos queso cheddar rallado al gusto. Reservamos.
En una fuente apta para horno, cubierta con papel de horno, cubrimos la base con una placa de masa de hojaldre y le damos forma dejando que salga algo de masa por los bordes que luego servirá para cerrar el pastel. Pinchamos toda la base con ayuda de un tenedor. Disponemos la capa de patata en el fondo cubriendo bien toda la base.
Agregamos encima nuestro preparado de pollo y champiñones y presionamos e igualamos con ayuda de una cuchara.
Ahora solo queda cubrir la parte superior de nuestro papel. Para ello podéis disponer directamente la placa de hojaldre entera encima y cerrar o crear un enredado como el nuestro (aquí os enseñamos cómo hacerlo).
Bañamos con huevo los bordes antes de cerrarlos para que se sellen y por último bañamos con huevo toda la parte superior. Cocinamos en el horno precalentado a 180º unos 40 minutos. Si veis que la capa superior se dora antes podéis cubrirla con un poco de papel de aluminio.