La primera vez que escuché o vi esta receta creo que fue por mi hermana alias Caulli, quien un día nos dijo que estaba haciendo un Chicken pie (o pastel de pollo) y que le salió muy rico. Fue hace bastante tiempo, pero tengo que reconocer que tengo bastante buena memoria y cuando de comida se trata, más aún.
Fijaros si hace tiempo que creo que aún vivía con mis hermanitas y mi papi y de eso ya hace casi casi 3 años. ¡Dios mío, cómo pasa el tiempo!
En casa el horno no iba muy bien, por lo que para nosotras, no existía ninguna receta hecha en el horno. Yo no sé cómo pude vivir todo ese tiempo sin horno, porque ahora no podría estar sin él. Ya no podría hacer ricos hojaldres como el último que os enseñé hace poco, ni pizzas caseras como esta.
Como bien sabéis, en mis viajes en el metro hacia el trabajo y en mis descansos para el bocata, me dedico a revisar a toda pastilla todos los blogs bonitos y preciosos que sigo, para intentar no perderme nada, aunque es imposible y si veo alguna receta viable para que pueda ser hecha por mí, la guardo en mi carpeta de favoritos para hacerla cuando pueda.
En una de estas revisiones, me topé con esta receta de pastel de pollo, que además ponía que era express, de las fantásticas chicas de Con Extra de Queso, a quienes leo hace mucho tiempo y no me lo pensé dos veces. Decidí hacerla esa misma semana,
Y así es como volvió el Chicken pie a mi vida. Desde ese primer recuerdo que tengo de mi Caulli hasta ahora ha pasado mucho tiempo. Tendría que haberlo hecho antes. Nota mental para mi misma: Cuando alguien te diga (y más siendo tu Caulli) que algo está rico, haz el favor de probarlo lo antes posible
He cambiado algún ingrediente, en concreto los guisantes, que no son muy de mi gusto que digamos y le puse más champis, que me encantan
INGREDIENTES:
Para días en los que ves muy lejos poder irte a dormir.
150 gr. de champiñones.
4 filetes de pollo.
2 zanahorias.
1 puerro.
1 diente de ajo.
200 ml. de leche.
2 cucharadas de harina.
1 huevo.
1 lámina de hojaldre cuadrada o redonda.
Aceite, sal y pimienta.Precalentamos el horno a 180ºC.
Limpiamos el puerro y picamos. Lavamos los champiñones y cortamos en láminas.
Pelamos las zanahorias y el ajo y picamos, las zanahorias en cuadraditos pequeños y el ajo bien picado.
Cortamos el pollo en tiras pequeñas o cuadrados. Salpimentamos y reservamos.
En una sartén con un poco de aceite, añadimos el ajo, la zanahoria y el puerro y dejamos 5 minutos a fuego fuerte, removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue.
Añadimos el pollo y mezclamos hasta que veamos que está casi hecho.
Ahora toca agregar los champiñones. Añadimos sal y pimienta al gusto y removemos hasta que veamos que los champiñones ya no encogen más, síntoma de que están hechos
Añadimos la harina y mezclamos para que se tueste un poco. Añadimos la leche sin dejar de remover hasta que se forme una mezcla más espesa, como una salsa.
En una fuente apta para el horno y previamente engrasada, repartimos la mezcla que hemos preparado. Cubrimos con la lámina de hojaldre y doblamos el sobrante en los bordes hacia dentro, siguiendo la forma del molde. (Yo usé un molde rectangular, pero os quedará más bonito en uno redondo. ¡Qué pena que no tenga ninguno!)
Batimos el huevo y con la ayuda de un pincel, pintamos todo el hojaldre. Por último, hacemos unos cuantos cortes en la superficie y dejamos en el horno hasta que lo veamos dorado, aproximadamente unos 15 minutos.
En mi caso lo hice un viernes noche, por lo que no me lo he llevado en el táper aún, pero creo que en el táper quedará igual de bien. Espero que os animéis a hacerlo
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