Pizza con harina de maíz sin levadura
Los sábados el cuerpo pide sabrosuras, eso es un hecho. A mí me pedía una pizza y no he podido resistirme a la idea.Lo mejor de esta pizza es que no necesita levado, así que, ¡tendremos la comida lista en un periquete! Si tienes duda con la masa, te he dejado en mi instagram los vídeos con el paso a paso para que veas la textura que tiene que tener la masa. Pincha aquí para ir directamente al perfil de instagram.
Si buscas pizzas bajas en hidratos, te dejo una idea de pizza vegana sin harina que está espectacular.
La idea de esta pizza ha surgido porque estaba indecisa entre hacer nachos o pizza y, como los nachos están hechos de harina de maíz, al final ha salido esta maravilla con toppings también inspirados en la gastronomía mexicana (que ya sabéis que a mí la cocina mexicana me gusta un buen rato).
Los toppings son totalmente opcionales, aunque te invito a probarlos porque la combinación es, simplemente, perfecta.
Para hoy me animé a probar con unas pechugas de pollo marinadas que, en pizza, solas o en bocadillo... ¡¡¡eso está tremendo!!! Te dejo las especias que usé en el marinado en la lista de ingredientes. Se puede decir que hoy es un 2X1 en recetas.
¿Te animas? ¡Pues vamos!
Ingredientes (1 o 2 personas):
Para la base:
175 gr. de harina de maíz (no maizena)
75 gr. de harina integral (usé de espelta, pero da igual)
20 gr. de mezcla de semillas (las compro en mercadona, están por donde los frutos secos)
20 ml. de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de postre de sal
Agua (algo más de medio vaso)
Para los toppings:
1 pechuga de pollo marinada
1 chalota o 1/2 cebolla
Maíz
Tomatitos cherry
Orégano
Pimienta negra
Tomate frito
Queso rallado
MARINADO DEL POLLO
4 pechugas de pollo finitas
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
2 cucharaditas de postre de tomate concentrado
1/2 cucharadita de postre de pimentón picante
1/2 cucharadita de postre de ajo en polvo
1/2 cucharadita de postre de cebolla en polvo
1 pizca de estragón
1 chorrito de zumo de limón
Pimienta negra molida
Sal
Procedimiento:
Voy a empezar por el marinado que es lo que hay que dejar unas horas antes de preparar la pizza. Para el marinado, simplemente coloca las pechugas en un táper o una bolsita de cierre zip y agrega el tomate concentrado, todas las especias, el zumo de limón y el aceite.Cierra el táper o bolsita bien y, ¡maracas! Mueve todo bien hasta que todas las pechugas estén bien impregnadas por ambos lados y reserva en el frigorífico unas 4 o 6 horas antes de hacer la pizza. Yo las dejé marinando en cuanto me desperté para así tenerlas listas a la hora de comer.
Para la base de la pizza, mezcla las harinas y las semillas, añade la sal y el aceite y comienza a agregar agua poco a poco.
Cuando tengas una masa más o menos consistente, pásala a una superficie enharinada y amasa un poco hasta que tengas una bola lisa y homogénea.
Esta masa, al ser en gran medida con harina sin gluten, va a ser más quebradiza que las masas con harina con glute, por lo que no necesitas amasar con fuerza ni durante más de 2 o 3 minutos.
Cuando tengas la masa lista, enharina un rodillo y dale la forma que quieras.
Precalienta el horno y prepara los toopings.
Lo primero que haremos será empezar con el pollo. Para ello, calienta muy bien una sartén (que no puedas tener la mano más de 5 segundos cerca de la sartén sin tocar).
Cuando la sartén esté bien caliente, pon las pechugas y deja que se cocinen a fuego fuerte 2 minutos por cada lado. De esta manera, sellamos bien la carne para que al irse al horno termine de hacerse sin perder el jugo y los sabores del marinado.
Pon el tomate frito y el queso en la masa de pizza y sigue agregando el resto de toppings. En mi caso, el maíz se lo pongo cuando la pizza ya esté hecha, pero si lo pones junto a los demás, no pasa ni media.
Termina añadiendo el orégano y la pimienta y al horno 30 minutos a 180ºC arriba y abajo. La bandeja la pondremos a una altura media.
¡Hora de disfrutar de tu día de pizza!