Este mes de la mano de Bake the world os traigo un post completo sobre pizzas. Hace un año os enseñaba a hacer una masa de pizza que para mi era casi definitiva. Desde entonces no he encontrado una masa que me guste más, aunque desde que tengo el libro Pan Casero de Iban Yarza me seducía muchísimo la técnica de horneado directo sobre la base de horno que nos presenta en la receta de pizza sin amasado. No quise arriesgar con una receta nueva y usé la que os ponía el año pasado, cambiando la harina integral de aquella por harina de centeno integral de ésta. He usado la técnica de horneado directo sobre la base del horno, como Iban Yarza. El resultado es fabuloso, porque si ya la masa estaba bastante conseguida, con este tipo de horneado conseguimos resultados muy parecidos a las horneadas en horno especiales en cuanto a cocción. Y por primera vez he preparado una pizza calzone, que, aunque no ha quedado perfecta en cuanto a forma, su aspecto rústico me seduce bastante. Vamos con ellas.
PREPARACIÓN (para cuatro pizzas medianas):
Para la masa (medidas en tazas, os dejo una tabla de equivalencias para saber las medidas exactas):
1/4 de taza de harina integral o harina integral de centeno
4 tazas de harina de fuerza
1 y 2/3 de taza de agua
2 cucharaditas de sal
2 cucharaditas de levadura instantánea de panadería
2 cucharaditas de azúcar
2 cucharaditas de aceite de oliva
Para la salsa de tomate:
1 Kg. de tomates maduros u 800 gr. de tomate triturado enlatado
1 cebolla
5 cucharadas de mantequilla
Sal
Para la pizza de huevo y jamón:
Dos huevos
Salsa de tomate
Unas lonchas de jamón serrano
Champiñones laminados
Queso grana padano
Sal
Unas hojas del albahaca
Para la pizza calzone:
Salsa de tomate
Unas lonchas de jamón cocido
Champiñones laminados
Unas bolitas de queso mozzarella
Queso grana padano
Orégano
PREPARACIÓN:
Empezaremos preparando la masa, para ello mezclamos las harinas y la sal. En un cuenco echaremos la levadura, el azúcar y el agua y dejaremos durante unos cinco minutos hasta que burbujee la mezcla. Agregamos el aceite de oliva y removemos. Vamos añadiendo poco a poco a la mezcla de harinas y amasaremos con el gancho de la amasadora en caso que lo hagamos con ella, también podemos amasar en la Thermomix o en la panificadora. Y si no disponéis de ninguno de estos aparatos lo que haréis será amasar a mano, aunque antes mezclaréis todos los ingredientes con un tenedor. Se trata de una masa muy pegajosa, por lo que si trabajáis a mano sobre la encimera tendréis que hacerlo con la encimera bien enharinada y amasar hasta que se convierta en una masa firme, aunque aún pegajosa. En la amasadora nuestro amasado durará unos diez minutos. Dividimos la masa en cuatro partes iguales y con cada una de ellas haremos una bola, pondremos en una bandeja de horno sobre papel de hornear y tapamos cada una con papel film aceitado y dejamos levar, hasta que doblen su volumen.
Mientras la masa hace su trabajo nosotros iremos preparando la salsa de tomate. Pelamos los tomates y ponemos en un cazo a fuego lento (en caso de poner tomate triturado añadimos éste), junto con la cebolla pelada y cortada, la sal y las cucharadas de mantequilla. Dejamos cocinar a fuego bajo durante aproximadamente 45 minutos. En ese momento trituramos y dejamos espesar un poco la salsa, rectificamos de sal. Reservamos hasta su uso (lo que nos sobre lo metemos en un bote de cristal y lo guardamos en el frigorífico). Cuando las bolas de masa hayan doblado su volumen iremos preparando las pizzas (congelamos las que no vayáis a usar). De nuevo enharinamos la encimera y cogemos una de las bolas espolvoreamos harina y estiramos con el rodillo hasta dejar la masa bien finita. Cogemos con cuidado y pondremos sobre papel de hornear. Ésta primera pizza la hice para Laura, así que sólo le puse tomate, jamón cocido y queso mozzarela y grana padano y un poco de orégano. El horno lo tendremos encendido media hora antes a 250º. Ponemos sobre una bandeja de horno lisa, sin extremos, y dejamos caer el papel con la pizza sobre la base del horno, es decir, en ninguna de las rejilla, directamente en lo más bajo del horno. Cuando empiecen a dorarse los bordes, subimos a la última rejilla y gratinamos durante unos minutos, hasta que veamos que los ingredientes están hechos y el queso gratinado.
Hacemos lo mismo con la segunda pizza, en esta ocasión repartimos el tomate, añadimos las lonchas de jamón serrano, champiñones laminados y cascamos dos huevos, ponemos un poco de sal a los huevos. Añadimos unas hojas de albahaca y un poco de queso grana padano. Dejamos caer la pizza en el papel vegetal sobre la base del horno, con mucho cuidado de que los huevos no nos vayan a bailar. De nuevo cuando esté dorada, pasaremos a una bandeja superior y gratinamos hasta que el queso se haya gratinado y el resto de ingredientes se vean hechos.
La calzone la preparamos de la misma forma, añadiendo los ingredientes que más nos gusten. En mi caso, tomate, jamón cocido, unas bolas de mozzarella, champiñones laminados y un poco de orégano. Dejamos uno de los extremos sin relleno. Y con mucho cuidado doblamos la masa sobre sí misma, cerrando por los extremos para evitar que el relleno se nos salga. Para la cocción procedemos de la misma forma. Dejando deslizar la masa sobre la bandeja hasta caer directamente en la base del horno. Cuando hayan pasado unos minutos y veamos la base que se ha dorado, trasladamos la pizza a una bandeja superior (en este paso habrá que tener mucho cuidado para no quemarnos). Dejamos hornear la parte superior hasta que veamos la superficie también crujiente. Sacamos con mucho cuidado y servimos.
Si no os convence esta masa y vosotros tenéis otra que no os falla nunca, si que me gustaría que probáseis a hornerarla tal y como explico en este post, y ya veréis la diferencia. Ya me contaréis.
Feliz martes.
Lidia.