La grandeza y magia de Mario siempre depende de su querida caja amarilla.
Todos en algún momento de nuestra vida jugando a Mario Bros nos hemos vuelto locos buscando esa cajita mágica que nos dará algo mágico con lo que acabar la partida.
No podía faltar en la tarta de mi pequeño machote y fue la ocasión perfecta para sacar mi aerógrafo y marcar el interrogante que siempre acompaña a la cajita mágica.
Con papel de horno y un rotulador comestible dibujamos el interrogante y lo recortamos.
Ya tenemos nuestra plantilla.
Impregnamos el reverso de la plantilla con Crisco. De esta manera conseguimos que la plantilla quede totalmente pegada al fondant con un ingrediente comestible pero que a la vez podamos despegarlo una vez pintado. Por eso no utilizamos el pegamento comestible.
Ve con cuidado de que no quede Crisco en los bordes, queremos que se pegue pero que la pintura marque bien el borde de la plantilla.
Con unas pinzas cogemos y colocamos la plantilla sobre el fondant en el lugar exacto y tal como lo queremos. Todas las piezas, recordar que el interrogante lleva un punto cuadrado debajo.
Con las manos limpias pasamos el dedo por encima para asegurarnos que esté bien pegado y sin ninguna arruga.
Coloreamos con el aerografo, despacito y con calma, no queremos que la plantilla salga volando ni que el color que de mal.
Esperamos 20 -30 minutos a que seque un poco la pintura y retiramos con cuidado la plantilla.
Ya lo tienes listo!!!!! A que te dije que era fácil?
Espero que te haya sido útil este post, esta hecho con todo mi cariño.
Mil besos dulces!!