Existen muchas versiones de la receta, cuya esencia, sin embargo, se mantiene invariable. En cada casa el cocinero aportará su toque particular, pero siempre el plato es sinónimo de buen paladar y éxito asegurado.
INGREDIENTES:
1 pollo limpio y troceado
1 cebolleta
2 dientes de ajo
2 zanahorias
2 tomates
1 vaso de guisantes
1 vaso de vino
caldo de ave
harina
pimentón dulce
nuez moscada (opcional)
2 hojas de laurel secas
aceite de oliva
pimienta recién molida
sal
ELABORACIÓN:1. Enharinamos el pollo, lo salpimentamos y lo doramos en una sartén con un buen fondo de aceite. Reservamos.
2. Colamos el aceite de la sartén y lo echamos en una cazuela amplia. Picamos la cebolla y el ajo finitos y los rehogamos en este aceite. Cuando comiencen a ablandar añadimos las zanahorias troceadas y los tomates cortados en dados (quitad el corazón para que no amarguen ). Rehogamos unos minutos más y agregamos los guisantes. Debemos tener siempre cuidado de que no se pegue nada.
3. Una vez que toda la verdura está bien rehogada agregamos una cucharillita de pimentón dulce, removemos e inmediatamente incorporamos el vino para evitar que se queme el pimentón y amargue.
4. Introducimos el pollo en la cazuela, le ponemos un poco de nuez moscada y agregamos las hojas de laurel. Cocinamos unos minutos para que el alcohol se evapore y agregamos caldo de ave hasta que casi cubra la carne. Rectificamos de sal si fuese necesario.
5. Cocinamos a fuego medio, comprobando de vez en cuando que no se nos quema, hasta que el pollo esté tierno y la salsa reduzca. Apagamos el fuego y servimos. ¡Buen provecho!!!