Pues nada, es de estos platos que se basan en la cocina oriental pero, dándole un pequeño giro local. Fácil, sencillo, barato y muy, muy rico
Para la salsa agridulce de tomate:
500 g de puré de tomate
1 cucharada de salsa de soja y otra de Worcester
2 cucharadas de salsa de chile dulce
Unas gotas de salsa de chile picante, o tabasco
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta al gusto
3 cucharadas de miel
2 cucharadas de vinagre de Módena
1 cucharadita de maicena
Para el pollo para 4 personas:
3 cuartos traseros deshuesados
Sal y pimienta
1 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
3 cucharadas de sésamo
1 cucharadita de Curry en polvo
Zumo de limón, al gusto
50 ml de caldo de verduras
1 cucharada de salsa de soja y otra de Worcester
1 cucharadita colmada de maicena
Lo primero es preparar el tomate. Calentamos en una sartén el aceite, y vertemos el tomate con todos los ingredientes, menos la micena. Probamos, rectificamos de sal y pimienta y a los 2 ó 3 minutos, añadimos la maicena diluida en un par de cucharadas de agua. Espesará la salsa y lista. Reservamos
En una sartén a fuego lento, ponemos con la piel hacia abajo el pollo salpimentado. Dejamos 8 minutos, más o menos, hasta que se dore la piel y le damos la vuelta. Procedemos igual. Sacamos el pollo y lo dejamos reposar.
En esa misma sartén doramos el sésamo por un minuto y añadimos el resto de los ingredientes, hasta que la salsa nos queda espesa pero fluida. Si nos hemos pasado con la maicena, ponemos agua a cucharadas hasta que fluya.
Cortamos el pollo en tiras y lo colocamos sobre una cama hecha de salsa agridulce de tomate. Napamos con la salsa del pollo y listo. Una delicia. Así que Besos a todas, besos a todos, besos a……, en fin, besos, siempre muchos besos.