El pollo con almendras es un plato que no puede faltar en la carta de ningún restaurante chino.
En España disfrutamos de otros ilustres platillos que combinan el pollo con las almendras, como el pollo a la Pantoja o Cantaora, además del pollo en pepitoria y otras recetas de corte clásico.
No obstante, el pollo con almendras chino causa auténtico furor entre los curiosos que se atreven a probarlo. La gastronomía China es tan vasta como su territorio.
Distinguimos, dentro del mismo país, ocho cocinas con conceptos diferenciadores: la de Sichuan, de Jiangsu, de Zhejiang, de Fujian, de Hunan, de Anhui, de Shandong y por último, la Cantonesa, la que se ha arrogado la invención del popular de este popular plato.
Es sin lugar a dudas la más internacionalizada, y la que se suele ofertar en los restaurantes regentados por chinos. Su nombre ya nos da pitas sobre su origen, situándose al sur de China, en la capital de provincia Cantón.
Goza de una amplia riqueza de alimentos, entre los que se encuentran los mariscos, carnes, así como por el uso de especias con perfume y sabor suave, perfectamente identificables por el gusto occidental: cebolleta, jengibre, salsa de soja, almidón, aceite, entre otros.
Las cinco especias o el ajo, se convierten en una constante en todas sus recetas, sin olvidar las almendras, para las cuales, incluso, cuentan con una técnica de confitado que les confiere una caramelización muy fina.
Por tanto, no debemos asustarnos, ya que la selección de ingredientes es perfectamente accesible, pudiendo encontrarlos en cualquier supermercado.
El sabor agridulce que, como nos indica el hiperónimo, conjuga los sabores ácido o agrio con el dulce, es especialmente provechoso cuando se trata de cocinar pollo o carne de cerdo, traduciéndose en una alegre algarabía gustativa.
Hoy aprenderemos a cocinar en la Thermomix un pollo con almendras genuinamente cantonés.
Ingredientes:
Contramuslos de pollo ecológico deshuesados 800 g.
Almendras laminadas 50 g.
Aceite de oliva virgen extra 60 g.
Salsa de soja oscura 25 g.
Ketchup 30 g.
Mermelada amarga de naranja 1 cucharada
Maicena u otro almidón 1 cucharadita
Pimienta negra
Sal
Elaboración:
Elegiremos contramuslos de pollo por su jugosidad. Podemos pedirle al carnicero que los deshuese o hacernos nosotros mismos, lo que no entraña demasiada dificultad. Con un cuchillo deshuesador o puntilla seguiremos la línea del hueso, y rasparemos al ras, para desaprovechar la menos carne posible. La piel es la parte más grasa del animal, pudiendo conservarla o también desecharla.
Lo cortaremos en trozos más bien pequeños, tomando como referencia el tamaño de las tajadas que suele emplearse en los guisos en España. Calentaremos el aceite en el vaso de la Thermomix, programando la función Varoma, durante 5 minutos a velocidad 2. Entre tanto, salpimentaremos generosamente el pollo, teniendo presente que es una carne bastante insípida de por sí.
Cuando el aceite haya alcanzado la temperatura máxima, programaremos nuevamente función Varoma, 10 minutos, giro inverso a velocidad cuchara, al mismo tiempo que iremos echando el pollo al vaso por el bocal. Así evitaremos que las cuchillas se enganchen y el pollo se rehogara con mayor facilidad. Aparte mezclaremos la salsa de soja con el ketchup o, en su defecto, tomate frito.
Incorporaremos la salsa, las almendras laminadas previamente tostadas, la maicena que actuará como espesante, y la mermelada de naranja amarga. Mezclaremos con la ayuda de una lengua o espátula y programaremos 5 minutos, función Varoma, giro inverso y velocidad cuchara. Como habrás podido comprobar, el pollo con almendras se realiza con ayuda de la Thermomix muy fácilmente y muy rápido.
Lo conservaremos caliente mientras preparamos un delicioso arroz blanco como acompañamiento. Es muy típico en la cocina oriental, guarnecer las proteínas con arroz blanco, que hace en muchos casos las veces de pan. He querido hacerla lo más sencilla posible, sobre todo desde el punto de vista de los ingredientes, que es la principal barrera cuando se trata de enfrentarnos a una cocina exótica.
Por fortuna estas barreras se están derribando y en la actualidad resulta sencillo encontrar ingredientes de otros países. Si quisiéramos obtener un pollo aún más jugoso, podríamos marinarlo en salsa de soja una hora, correctamente filmado y en el frío. A lo que podríamos añadir una cuchara de miel o azúcar moreno, unas láminas de ajo y una cucharadita de jengibre molido.
Tampoco es raro encontrar una pequeña proporción de vinagre de arroz y aceite de sésamo, rico en grasas poliinsaturadas altamente beneficiosas para la salud. Para rematar el plato y hacerlo más auténtico todavía, espolvorearíamos unas semillas de ajonjolí tostado, y remataríamos con un poco de cebollino picado finamente o cebolleta. Las hortalizas ligan estupendamente con este guiso.
¡Qué aproveche!
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