Por tanto, la compota de manzana estaría indicada indistintamente para cualquier dieta o personas con necesidades nutricionales específicas.
Como tantos otros postres es originario de Francia, apareciendo en la literatura gastronómica a partir del siglo XVII.
Está compuesta por frutas, entera o en trozos, solas o combinadas con otras, y un almíbar a base de azúcar, a lo que excepcionalmente se suma algún perfume de canela, clavo u otros.
La palabra compota proviene, como no podía ser de otro modo, del vocablo francés compote que significa mezcla. Tradicionalmente, entendía como un plato único, aunque en la actualidad sirve sobre todo como relleno de tartas, endulzante natural o, incluso, como acompañamiento a la carne de cerdo.
Por definición, el perfil nutricional de la manzana la convierte en una de las mejores frutas, aglutinando cantidad de compuestos beneficiosos para el organismo.
La Sociedad Española de Cardiología clasifica la manzana como un potente aliado para controlar los niveles lipídicos, además del índice glucémico.
Asimismo, es rica en vitaminas y minerales, revelándose como un antioxidante apto para todas las dietas. Por si fuera poco, puede consumirse cruda y con piel.
Aunque pudiera parecer a priori una forma de malograr la fruta, lo cierto es que la cantidad que se emplea para su elaboración es mínima.
La manzana posee 10 gramos de fructosa por cada 100 gramos de pulpa, una cantidad nada desdeñable que nos permite preparar una compota de manzana sin apenas azúcar.
Cómo hacer compota de manzana en Thermomix
Antes de ir con la receta, permitidme una recomendación. En caso de que la finalidad de la compota sea guarnecer una carne, que las manzanas no sean demasiado dulces.
Ahora sí, vamos a utilizar nuestro robot de cocina favorito y vamos a preparar fácilmente una increíble compota de manzanas en Thermomix.
Ingredientes:
Manzanas ácidas 1 kg.
Azúcar blanquilla 100 g.
Zumo de limón 1 cucharada
Elaboración:
Seleccionaremos un kilo de manzanas de la variedad Reineta, que posee un perfecto equilibrio entre dulzor y acidez, o en su defecto, la refrescante y ácida Granny Smith. Las pelaremos y descorazonaremos, cortándolas en pequeños gajos, para lo cual un pelador de manzanas nos facilitará mucho la tarea. Los introduciremos en el vaso de la Thermomix. A continuación, esparciremos el limón que harás las veces de antioxidante.
Agregaremos el azúcar y programaremos durante 20 minutos a 100º y velocidad cuchara. Transcurrido el tiempo, volveremos a darle 10 minutos más, función Varoma y velocidad cuchara. Echaremos un vistazo en repetidas ocasiones para cerciorarnos de que la manzana no se está agarrando al fondo. Entre tanto, la compota irá oscureciéndose, o sea, caramelizándose.
Cuando obtengamos un color ámbar oscurecido, comprobaremos la consistencia, dándole 5 minutos más si fuese necesario. Hay que tener presente que una vez fría la cogerá cuerpo. La textura resultante es lo suficientemente fina como para consumirla directamente, aunque siempre podemos triturarla y pasarla por un chino, convirtiéndola de esta manera en un puré muy fino.
Dado que la cantidad de azúcar que incorpora es nimia, la fecha de consumo preferente se reduce con respecto a una mermelada, siendo recomendable que no esté más de 72 horas en la nevera. La compota admite degustación en frío, templada o caliente, adaptándose a multitud de escenarios. Cuando queremos guarnecer una carne, por ejemplo, un solomillo de cerdo, mejor caliente.
Ni que decir tiene que se trata de un postre fantástico. Quizá por sí misma no nos parezca lo suficientemente atractiva como para incluirla en un menú festivo, pero creedme cuando os digo que basta una pizca de imaginación para transformarla en un postre de alto copete. Como sugerencia de presentación, os propongo unos vasitos de compota.
Rellenaremos dos vasos altos con la compota, hasta aproximadamente 3/4 de su capacidad. En un bol dispondremos 100 g. de queso Mascarpone, 20 g. de miel y 1 cucharada de almendras garrapiñadas trituradas. Mezclaremos con una varilla dando lugar a una crema consistente, con la cual coronaremos la copa, espolvoreando al final un poco de canela molida.
La compota de manzana puede ser un sustitutivo sano y nutritivo de la hiperazucarada mermelada, amén de un complemento delicioso para enriquecer los yogures. Tampoco es raro encontrársela coqueteando con una quenelle de helado de vainilla, leche, nata (crema de leche) o similar. Se me ocurre que conjugaría perfectamente como relleno para unas filloas gallegas.
¡Qué aproveche!
Puedes ver la receta así como otras muchas recetas hechas con Thermomix, así como consejos para sacarle el maximo partido, en la web de Cocina Thermomix.
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