En casa la carne que más comemos es pollo, así que siempre estoy buscando nuevos sabores con los que casarlo y nuevas formas de prepararlo. La de hoy es una receta sencillísima, pues el pollo está hecho a la plancha sin más, pero queda jugosito y bien sabroso gracias a una sencilla salsa de zanahoria y coñac que me he sacado de la manga ;) De guarnición he preparado esta rica ensalada de pasta, nueces, feta y arándanos que le va de lujo ;) Para 4:
600 g de pechuga de pollo
4 zanahorias medianas
1 tomate mediano
1 puerro
1/4 vaso de coñac
1/2 litro de caldo de verduras
3 hojas de laurel
Sal y pimienta al gusto
Aceite de olivaLa preparación:
1. Picamos el puerro y lo lavamos por si tuviera tierra. Picamos el tomate en daditos y la zanahoria en pedacitos pequeños para acelerar la cocción y ahorrar en tiempo y en dinero.
2. Calentamos 2 cucharadas de aceite en una olla y sofreímos el puerro a fuego medio.
3. Cuando veamos que el puerro está medio hecho, incorporamos el tomate y las hojas de laurel y le damos un par de vueltas.
4. Cuando el tomate se deshaga, incorporamos la zanahoria, salpimentamos al gusto y vertemos sobre ella la mitad del caldo (también puede ser una pastilla de caldo disuelta en agua caliente). Tapamos y dejamos que se vaya cociendo la zanahoria. Hay que vigilar y remover de vez en cuando para que no se nos seque ni se nos pegue.
5. Cuando la zanahoria esté tierna, añadimos el coñac y damos vueltas para que se evapore el alcohol. Notaremos que el olor a alcohol va disminuyendo.
6. Finalmente lo sacaremos todo a un cuenco hondo, retiraremos las hojas de laurel y trituraremos. Iremos poco a poco añadiendo el caldo restante hasta que adquiera la textura que más nos agrade. Es una salsa espesa, cremosa; yo uso el 1/2 litro de caldo entero. Y ya sólo nos queda servir el pollo y la salsa por encima.
¡Buen provecho!
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Bergua*