Es de esos típicos platos, que, con pocos ingredientes y mucho ingenio, hacen que el resultado resulte extraordinario.
Una salsa espesa, sabrosa que está para chuperretearse los dedos. Si os gusta el pollo, esta receta será de vuestras favoritas.
No os voy a negar que que hay que echarle un poco de tiempo, pero de vez en cuando merece la pena entretenerse en la cocina....no?
Así que vamos con la receta, que es bastante sencilla....
Ingredientes:
1 pollo troceado (yo utilicé cuartos traseros)
1 cebolla
2 huevos cocidos
2 dientes de ajo
1 o 2 rebanadas de pan
Azafrán en hebras
15-20 almendras tostadas.
150 ml de vino blanco
250 de caldo de pollo
Sal
Pimienta
1.- Salpimentamos y doramos los trozos de pollo en una olla. Una vez dorado por todos lados retiramos y reservamos.
2.- En el mismo aceite, ponemos las rebanadas de pan y las tostamos bien, pasándolas luego a un mortero junto con las almendras.
3. - Picamos la cebolla y los ajos en el mismo aceite y los sofreímos.
4.- Mientras de hace la cebolla, hacemos un "majado", triturando en el mortero las almendras junto con el pan.
5. - Separamos las yemas de los huevos cocidos, las desmenuzamos y reservamos.
6. - Cuando la cebolla y el ajo empiecen a tomar color, añadimos unas hebras de azafrán y dejamos un minuto.
7. - Añadimos el pollo, el "majado" y el vino, y dejamos que reduzca un poco, unos 5 minutos.
8. - Añadimos las yemas desmenuzadas y el caldo, y dejamos cocer 40 minutos a fuego medio bajo.
9. - Mientras, picamos las claras y en el momento de servir, o bien las ponemos por encima, o las agregamos a la salsa, a gusto del consumidor....
Y listo!!!!
Una receta de las de siempre....
Gustáis?????