¡Aquí tenéis estas estupendas pizzas con forma de polo!. Ideales para fiestas, o para cenas de picoteo. ¿Qué mejor que unas polo-pizzas de los sabores que más os gusten?
Nosotros hicimos dos polo-pizzas de champiñones, una de atún, una de jamón de York y la última de jamón de York y champiñones, pero vosotros podéis hacerlas como más os gusten. Sólo es una idea.
Además, como podéis ver, una vez horneadas se aguantan perfectamente en su palo. ¡Así son más fáciles de comer! jajaja.
Quizá la próxima vez también le ponga un poco de salsa de tomate pincelada por encima, para que tenga más pinta de pizza por fuera. Esta vez me daba miedo de que se cayera el queso de encima si le ponía tomate, pero para la próxima vez lo probaré (habrá próxima vez porque fueron todo un éxito... jajaja).
La cantidad de ingredientes van a gusto del consumidor, y también depende del tamaño del molde que uséis para cortar la masa de la pizza. Para que os hagáis una idea, yo usé dos láminas de masa de pizza y me salieron 5 polo-pizzas. Os recomiendo que el molde sea proporcional al palo que uséis para las polo-pizzas. Si el palo es muy largo, no uséis un mini-molde, y si el palo es muy pequeño, no uséis un molde enorme.
Dicho esto, os dejo con la receta:
Ingredientes (para unas 5 polo-pizzas):
2 láminas de masa para pizza rectangular
Salsa de tomate
Queso mozzarella rallado
Orégano seco picado
Champiñones de lata(Yo puse una lata, pero sobró bastante)
Jamón de York (Con un par de lonchas tuve bastante)
Atún (puse una lata y me sibró un poquito)
Agua (para pegar los bordes de las dos masas)
Preparación:
Primero de todo, encenderemos el horno con calor arriba y abajo y lo pondremos a 220º. A continuación, mientras se va calentando el horno, salteamos un poco los champiñones en una sartén con aceite. A mi me gusta hacerlo de esta forma porque si los pongo sin saltear no tienen tiempo de acabar de hacerse en el horno, y los champiñones me gustan hechos.
A continuación extendemos la primera lámina de masa para pizza. Necesitáis cortador que tenga una forma similar a un polo (algo parecido al de la foto) para cortar la pizza. Yo he usado un táper pequeño que tenía en la cocina, pero os puede servir una tapa, o un cortador de galletas con esa forma. Sólo tiene que tener un borde fino para poder cortar la lámina. Cortamos la lámina con el cortador y obtendremos la parte trasera de las polo-pizzas.
Una vez hayamos cortado la lámina, ponemos las partes posteriores de las polo-pizzas en una bandeja apta para horno forrada con papel para hornear.
Ponemos el palito del polo. Tiene que ser de madera, o que soporte temperaturas superiores a 220º. Apretamos un poco el palito contra la masa para que después no quede suelto.
Añadimos la salsa de tomate (la cantidad, a gusto del consumidor). Comenzamos siempre en el centro de la polo-pizza y vamos distribuyendo hacia los bordes. Dejaremos medio centímetro en los bordes sin tomate para luego poder pegar la parte superior.
Aquí tenemos las tres polo-pizzas con el tomate puesto:
A continuación ponemos la mozzarella.
Ahora sólo queda rellenarlas de lo que deseéis. Aquí tenemos una de champiñones...
Otra de atún y otra de jamón de York. Como os he dicho antes, con las dos láminas de masa me salieron cinco polo-pizzas. Hice otra de champiñones y una última de jamón de York y champiñones.
Una vez hemos puesto el relleno, esparcimos un poco de orégano seco picado por encima (la cantidad, al gusto del consumidor).
A continuación extenderemos la segunda lámina y procederemos a cortar la parte delantera de las polo-pizzas con el mismo molde (táper, tapa, cortador de galletas...).
Ponemos en un vaso un poquito de agua y mojamos un pincel para pintar los bordes de una de las polo-pizzas.
A continuación, cubriremos con la parte superior la polo-pizza que hemos pintado con agua y presionaremos un poquito los bordes para que quede bien pegada. Repetiremos la operación para cada una de las polo-pizzas.
Por último, pondremos mozzarella por encima. Como he comentado antes, después de hacerlo se me ocurrió que igual hubiese estado bien poner con un pincel un poquitín de salsa de tomate antes de echar el queso, pero ya era demasiado tarde... Tampoco sé cómo hubiesen quedado.
Introducimos las polo-pizzas en el horno que previamente habíamos calentado a 220º con calor arriba y abajo. Las dejamos unos 15 minutos o hasta que el queso se haya dorado.
Dejamos enfriar unos minutos (lo justo para no quemarnos al ponerlas en el plato, o a donde hayáis decidido ponerlas) y servimos inmediatamente. Tengo que decir que frías también están muy buenas.
¡Espero que os haya gustado la receta!. Si es así, no os perdáis mis actualizaciones. Podéis seguirme haciendo click en "Me gusta" de Facebook, añadiéndome en vuestros círculos en Google +, o en Twitter.