Inauguramos semana de octubre y os traigo la propuesta de cenas para estos días. Ya sabéis que dejo fuera el sábado y el domingo porque son días de descanso, de escapadas o de visitas a familiares y amigos, y por lo tanto es más difícil ceñirse a una planificación concreta. Esta semana tenemos un día festivo en medio del calendario: celebramos el día de la Hispanidad en España y las fiestas del Pilar. No obstante, incluyo también la cena de ese día, porque al día siguiente hay “cole” y nos toca acostarnos temprano de nuevo (y cenar en casa a la mayoría).
La semana pasada vimos algunas recetas de cuchara que en muchas casas, como la mía, son básicas en cuanto empiezan a bajar las temperaturas, como la sopa de pollo y crema de calabaza, o el caldillo de pintarroja y la sopa de tomate. En la sección de Recetas para niños y adultos podéis consultarlas. Durante esta semana veremos otras, como las croquetas de merluza y langostinos, la crema de calabacín o la sopa de verdura. Todas se caracterizan por ser muy sanas y ricas. Incluso las croquetas, que siempre recomiendo que sean caseras y que las friamos con aceite de oliva. Así convertimos un producto precocinado con multitud de grasas, conservantes y estabilizantes, en un producto con ingredientes de calidad, muy agradecido (podemos congelarlas y cocinarlas otro día) y con muchas propiedades (al ser alto oleico por el aceite empleado en freírlas). Esta semana os traeré también una propuesta de postre casero rico y muy fácil de preparar.
Planificación cenas octubre realizada por www.eltiovivorojo.es
Como veis, vuelvo a incluir platos que son totalmente vegetarianos o incluso veganos en el menú. Es muy importante que nuestros niños (y nosotros, que debemos dar ejemplo) se acostumbren a tomar con frecuencia verduras y fruta. Al ser productos de temporada, son fáciles de conseguir y baratos e indudablemente sanos. Las diferentes preparaciones y presentaciones nos asegurarán además sabores atractivos para nuestros hijos, que poco a poco irán incluso pidiendo que se los preparemos. Podéis leer la entrada “Cómo hacer que tus hijos adoren el pescado y la verdura, en cinco pasos”, si queréis pautas para que esto sea una realidad. Os aseguro que si yo lo he conseguido con mis hijos, vosotros también lo haréis. Solo es un tema de coherencia, constancia y lógica (por ejemplo, no forzar la inclusión en el menú de alimentos que los niños rechazan aún sin haberlos probado, como le pasa a los míos con el brócoli, y hacerlo de forma progresiva, como parte de una receta más compleja, por ejemplo).
¿Qué os ha parecido esta entrada? Podéis dejarme vuestros comentarios o preguntas y estaré encantada de responderlas. Gracias por leerme y… ¡hasta el próximo “post”!