Por fin llegó el octubre. Me encanta el otoño, el frío de la mañana y de la tarde. Las temperaturas más que agradables cuando brilla el sol, los platos de cuchara y los desayunos de domingo con chocolate caliente. Quienes tenemos niños en edad escolar ya hemos pasado los nervios del primer día y la adaptación de nuevo al “cole”. Los madrugones ya están dentro de la rutina de la familia (algunos niños, como los míos, madrugan hasta en fin de semana), como las tareas o las salidas de clase después del comedor. Hoy os presento una propuesta de menú para las cenas de esta primera semana de octubre. Como ya hice en septiembre, estas cenas están pensadas para toda la familia, pero en especial para los más pequeños, y comprenden los cinco días de la semana que tienen colegio.
Propuesta de menú semanal de www.eltiovivorojo.es
Estas cenas cumplen dos objetivos:
– completar la comida del medio día en el colegio (tipo de proteínas ingeridas, forma de tomar las verduras, ingesta de frutas y lácteos);
acostumbrar a los niños a tomar junto al resto de la familia alimentos de temporada variados, con gran protagonismo de hortalizas y platos de cuchara. Las verduras de hoja verde como acelgas o espinacas, las calabazas y boniatos, las frutas como membrillos, pomelos, caquis, mangos, chirimoya o granadas… están en la época óptima para su consumo.
Las acelgas y espinacas pueden comerse de muchas formas, crudas en ensalada, mezcladas con otras verduras de hoja verde, como lechugas; cocinadas junto a legumbres; rehogadas o en revuelto.
Los boniatos (o batatas) pueden ser una excelente alternativa a algunas meriendas o postres. ¿Los has probado alguna vez al horno? Están deliciosos y se pueden comer calentitos o fríos: solo precalienta el horno 10 minutos a 180º e introduce los boniatos enteros (bien lavados). Déjalos hornear hasta que estén bien blanditos. Pélalos con cuidado antes de servir y disfrutadlos en familia. Están dulces y melosos. Y son muy sanos. Guarda los que no consumas en el frigorífico, porque aguantan varios días. Si no quieres usar el horno puedes cocerlos también. Yo los prefiero al horno, pero así también están ricos.
Los membrillos son otra alternativa dulce de temporada. Si tienes Thermomix hacer un buen dulce de membrillo es realmente fácil. Solo tienes que cortar y pelar unos membrillos (yo suelo poner unas tres piezas, unos 700 gr.) y mezclarlos con azúcar (para ese peso uso 600 gr.) y un limón mediano pelado y sin pepitas (quítale la piel blanca para que no amargue). Tritura 30 segundos/velocidad progresiva 5 a 10. Baja los ingredientes hacia las cuchillas. Cierra el vaso y programa 25 minutos/100º/velocidad 3. Quita el cubilete, pon el cesto sobre el agujero para que no salpique y programa otros 5 minutos/100º/velocidad 5. Vierte en un recipiente de cristal y deja que enfríe. Si vas a hacerlo a la manera tradicional te tocará remover a fuego medio durante 45 minutos al menos. Y luego triturar bien. Ya tienes un delicioso dulce de membrillo casero que puedes combinar con queso o tomar solo. Se conserva genial en el frigorífico durante mucho tiempo (bueno, eso si dura, porque está tan bueno…).
Las granadas las puedes encontrar dulces o ácidas. Yo prefiero las primeras. A mis peques les cuesta comerlas por el pequeño corazón durito que tienen sus granos. Si a los vuestros les sucede igual, una buena alternativa es licuarlos y extraerles su jugo. ¡Qué rico que está! Ya crecerán un poquito más y verán el placer que hay en comerse un cuenco lleno de granos de granada dulce a cucharadas. ¡Hummmm!
Con respecto a los caquis, son una fruta deliciosa y que suele gustar mucho a los niños. Mi experiencia es que prefieren las variedades de carne más consistente, pero también dulces, como los pérsimon, antes que los que se ablandan al madurar.
El otoño es también época de castañas. En Málaga ya he visto puestos, con ese inconfundible olor y la humareda de asar las castañas. Aunque aún no hace frío (siempre apetecen cuanto más frío hace), es una buena oportunidad para que vuestros niños y niñas disfruten de un aperitivo natural, de una “chuche” sana. También puedes probar a hacerlas en casa, en el horno. Compra las castañas y hazles un corte longitudinal con un cuchillo (cuidado con cortarte). Introdúcelas en el horno precalentado a 180º. Déjalas unos 15 minutos (dependiendo de la potencia del horno) y dales la vuelta. Otros 10 minutos y espera a que enfríen un poco para comerlas. ¿Quién puede resistirse?
Espero que os guste esta planificación de octubre. Si tenéis cualquier duda, por favor, consultádmela. Estos días veremos distintas recetas, incluso alternativas al menú planteado en caso de alguna intolerancia o si se sigue una dieta específica vegetariana. Si queréis guardar esta y otras entradas, suscribiros al blog y las recibiréis en vuestro correo. Un abrazo y hasta el siguiente “post”.
(Menú semanal elaborado por Susana Gutiérrez. Fotografías de freepik.com. Infografía de Facpe, Federación andaluza de consumidores y productores ecológicos).