Este es un postre típico en países asiáticos. Muy fresquito para el verano pero que al menos a mí me apetece en cualquier momento, sobre todo después de una copiosa comida, pues es muy ligero.
Además es fácil de hacer. Ahora veréis.
Necesitaremos:
-250 ml de leche de coco
-30 gr de azúcar (la cantidad puede variar dependiendo del dulzor que tenga el mango. Esta cantidad es para un mango dulce)
-1 mango maduro
Ponemos a hidratar en agua fría la gelatina.
Por otro lado calentamos la leche de coco junto con el azúcar. Incorporamos la gelatina, disolvemos y retiramos del fuego.
Pelamos y trituramos con la batidora el mango, le añadimos la mezcla del paso anterior y batimos para que quede una crema homogénea.
Vertemos en vasitos, tapamos con film y dejamos en el frigorífico durante unas horas para que solidifique.
Merengue italiano:
-2 claras de huevos
-120 gr de azúcar
-40 ml de agua (lo justo para cubrir el azúcar)
En un cazo ponemos el azúcar y el agua y dejamos que se vaya haciendo un almíbar.
Cuando llegue a una temperatura de 100°c empezamos a montar las claras a punto de nieve. Mientras el almíbar llegará a la temperatura de 120°c y en ese momento lo retiramos del fuego.
Ahora hay que ir vertiendo el almíbar a hilo (esto es muy poco a poco pero continuo) y sin parar de seguir montando las claras. Para que quede bien hay que echarlo cerca del borde del bol donde estamos montandolas.
Seguimos montando hasta que el merengue quede firme.
Cubrimos el pudin de mango con el merengue, tostamos con un soplete y terminamos rallando piel de lima, espolvoreando canela en polvo, coco rallado , poniendo trozos de mango enteros o así sin más. Lo que os apetezca.
¡Que los disfrutéis!