Me gustaría poder ser de esos cocineros que el amor por la cocina lo heredan de sus madres, esos que en los reportajes de la televisión diempre dicen "mi madre me metió de pequeño en la cocina, y aquí sigo, todo gracias a ella". En mi casa ocurre que no hay gran tradición culinaria, mi madre y mi amama (abuela) no son de cocinar, si lo hacen, es por la obligación de comer. Mi abuela en cambio, la del pueblo, sí que ayudó a que me interesase por la cocina, aunque fuese sin darse cuenta.
De todas formas no quiero quitarle méritos a mi madre, porque si hay algo que se le daba de muerte, era la repostería. Esos bizcochos y magdalenas domingueras con recetas de Karlos Arguiñano impresas en papel reciclado, manchadas de tanta tralla...
Ayer quise rememorar esos tiempos, y casi por la fuerza, arrastré a mi madre de nuevo a las manos embadurnadas en harina y al rico olor de la masa en el horno. Preparamos roscones de reyes con la receta que espero que alguien pueda disfrutar algún día con su familia:
Ya vienen los Reyes Magos (bis):
Escrito a mano en papel blanco, no por naturalza, si no por harina, se cuenta que para 5 roscones de 400g de han de utilizar:
1kg de harina de fuerza.
300g de azúcar blanco.
250g de mantequilla fresca.
50g de levadura fresca (panadero).
3g de sal.
3 huevos.
300g de agua (1g = 1mL).
150mL de lelche.
Ralladura de limón y/o naranja.
Agua de azahar.
Ron negro.
Decoraciones: almendra, azúcar, fruta... Y relleno.
CARGADITOS DE REGALOS:
En un recipiente lo suficientemente grande como para albergar 2 kilos de masa pon todos los ingredientes de golpe, estando la mantequilla desmenuzada y en punto pomada, exceptuando la levadura, que se añadirá un poco más tarde. Con la ayuda de una batidora eléctrica con brazos de látigo (para amasar pan, los que son como rizos), mezclaremos todo hasta lograr un masa homogénea, apróximadamente 3 minutos.
Pasados esos 3 minutos añadiremos la levadura fresca desmenuzada con las manos, puede que la mantequilla no se haya incorporado del todo a la masa, no te preocupes, es normal. Sigue amasando hasta que la levadura y la mantequilla restante se hayan hecho una con la masa, esta operación debería de llevarnos unos 12 minutos.
Es en este punto cuando dejaremos que la masa repose 10 minutos antes de dividirla en 5 trozos de 400g, o en 4 de 500g, o en 2 de un kilo (luego suspendía mates...). Si vemos que necesita más harina, no tengamos miedo de incorporarla antes del reposo. Para dar forma de bola a los trozos de masa nos ayudaremos embadurnándonos las manos con harina. Deja reposar 10 minutos más.
Sobre papel sulfurizado o papel para horno daremos a la masa forma de rosco, dejamos reposar 1 hora, tapada la masa con papel de cocina ligeramente humedecido. Una vez haya fermentado la masa y duplicado su tamaño, pintaremos con huevo batido y pondremos las decoraciones que se nos antojen. En nuestro caso, somos sosillos, no nos gusta ni con fruta escarchada, ni excesivamente dulce, ni relleno (a mi sí, pero la mayoría gana). Horneamos a 200ºC en un horno previamente precalentado a la misma temperatura, durante 18 minutos. Una vez se haya dorado la superfcie, clavaremos un cuchillo en el centro de la masa, si sale limpio, está listo para dejarlo reposar en la ventana, como en las pelis americanas, por hacer el indio un rato más que nada.
Una vez frío podremos rellenarlo. Solo hay que cortarlo a lo largo con cuchillo panadero, montar una nata (crema de leche) en un recipiente bien frío, y cuando esté a medio montar, añadir a hilo fino un almíbar que esté a menos de 40ºC, sin dejar de montarla. El almíbar hará que la nata (crema de leche) se vuelva algo más espesa y resistente, y no se derretirá tan fácilmente.