Las comidas con pollo son infinitas, pero te enseñaré a sacarle más a las recetas básicas. Estas maneras de cocinarlo, implica una variedad de consumo que rendirá mucho más. Los huesos del pollo se desechan inmediatamente en crudo o después de chuparlos. Pero si los utilizas, dan un sabor más intenso.
Al comprar el pollo crudo, me inclino generalmente por las pechugas con hueso (con su peso, puede llegar a costar la mitad que el precio de las pechugas deshuesadas y obviamente, es la pieza con más carne).
Primeramente, le quito la piel, por aquello de restarle la grasa, pero eso es al gusto de cada quien. Le saco lo grueso de la carne y ésta la reservo para filetearla en 2 o 3 cada una (dependiendo del tamaño que se quiera) y reservo aparte. Con el hueso y su poquito de carne pegada a él, se ponen a cocer con las especies o hierbas que acostumbras y el caldo tendrá su sabor propio.
Con este caldo, pueden surgir muchos tipos de sopas, la clásica de pollo con verduras, o como base de otras sopas y/o cremas. Incluso, lo más inmediato y rico: la sopa de pollo con verduras se complementaría perfecto con despegar los pedacitos de pollo que han quedado en el hueso con que se hizo el caldo, le agregas fideos o arroz y será un plato completo.
Con los filetes crudos reservados, ya es posible adobarlos, marinarlos o simplemente salpimentarlos, ya sea en
una bolsa, o en un recipiente, para directamente cocinarlos o guardarlos en el refrigerador para otro tiempo de comida. Quedan listos solo para el sartén, y como siempre, pensando en adelantar la preparación de la comida.
A partir de esta base, se tienen varias opciones de platillos para consumir, o dejar en reserva. Variedad de sabores y mezclas segun lo que se tenga disponible en casa y algo muy importante, de una manera económica, porque con la ración de pollo necesaria para la comida, se te multiplica para dos platos o dos tiempos de comida diferentes.
Y CON EL POLLO ROSTIZADO?
O te lo comes por porciones; o se desmenuza la carne y la utilizas para algun platillo que se te antoje… Y con los huesos que quedaron, la piel rostizado y el resto del jugo que soltó, se pone a hervir con agua y ZAZ! Que sale un caldo con un sabor muy particular pero siempre delicioso. Agregas los ingredientes complementarios de los que ya hablamos y no se desperdicia nada; se aprovecha todo. Otra sopa!
El ahorro de dinero y de tiempo, es de mis debilidades más marcadas, sin sacrificar sabor y calidad, claro. Aprovechemos hasta los huesitos y variemos condimentos para darle versatilidad a la comida.
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